Agua

Las guerras del agua

Sin duda un signo distintivo del siglo XXI en la lucha por los recursos naturales, serán las llamadas «guerras del agua», que de algún modo ya se presentan en diversas partes del mundo y resaltan la importancia de preservar el vital líquido, dado su carácter estratégico.

Datos de la UNESCO anticipan que a mediados del presente siglo, al menos dos mil millones de habitantes de 46 países sufrirán de falta de agua.

«Ninguna región del mundo podrá evitar las repercusiones de esta crisis que afecta todos los aspectos de la vida, desde la salud de los niños hasta la capacidad de los países para alimentar a sus ciudadanos», advirtió Koichiro Matsuura, director del organismo internacional, en ocasión de celebrarse en 2003 el año internacional del agua.

México no escapa a esa problemática y además de la mala distribución geográfica de ese recurso, el riesgo mayor reside en la contaminación del agua, ya que de las 13 cuencas hidrológicas del país, 12 sufren ese tipo de deterioro. Datos de la Comisión Nacional del Agua, señalan que el 0.2 por ciento del agua en el país puede ser considerada como excelente; 17.6 por ciento, levemente contaminada; 58.4 por ciento, contaminada, y 10.3 por ciento, excesivamente contaminada.

Como sea, la problemática no es menor, dado que las cuencas más contaminadas son las del Valle de México, Alto Balsas, Pánuco y el Río Bravo, razón por la cual los esfuerzos en favor de una agua limpia deben ser permanentes y buscar que de manera creciente, el vital líquido pueda rescatarse para bien de los mexicanos y del país.

El agua no sólo es un recurso estratégico, sino constituye uno de los objetivos claros de seguridad nacional en un mundo donde la contaminación avanza y la escasez del vital líquido es un factor de inestabilidad. La tarea es clara y no deben escatimarse esfuerzos en realizarla.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO