Agua

Radiografía del agua en el mundo ¿Una bomba de tiempo?

Se necesitarán cerca de 180 mil millones de dólares por año para lograr el objetivo de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, pero los costos de no actuar son mayores y repercuten en la salud de la población mundial. Su equivalente en dólares (gasto en servicios médicos) representa diez veces las erogaciones anuales realizadas para el suministro de agua y saneamiento.

El desarrollo sostenible implica revertir el hecho de que, de los 500 mayores ríos del mundo, sólo el Amazonas y el Congo presentan todavía buenas condiciones. Es decir, más de la mitad de los ríos de mayor caudal están disminuyendo su flujo o están seriamente contaminados. El río Colorado, el cual irriga más de 1.47 millones de hectáreas en Estados Unidos, se ha explotado de manera excesiva y contaminado por las actividades agrícolas.

En cuanto a la situación de América Latina y el Caribe, según la oficina regional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, 27 por ciento de la población no tiene acceso al agua potable y carece de alcantarillado, en tanto que menos de 10 por ciento de las aguas residuales municipales son tratadas antes de su disposición.

Sin embargo, la región posee más de 30 por ciento del total de agua dulce del planeta y la agricultura y la industria son los principales consumidores del líquido, mientras que en los últimos 30 años ha habido una disminución en la calidad del agua.

A esta situación hay que agregarle que la región es la más urbanizada del mundo, ya que entre 1972 y 2000 la población en las ciudades creció de 176.4 millones (58.9 por ciento del total) a 390.8 millones (75.3 por ciento). Así, los problemas ambientales más graves en las zonas urbanas son la baja calidad del agua, la contaminación atmosférica y el manejo de desechos sólidos.

El Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino frente a las Actividades Realizadas en Tierra, Aguas y Zonas Costeras (PAM), considera que para reducir la proporción de habitantes de todo el mundo sin acceso al agua dulce a la mitad en 2015, será necesario que 1,600 millones de personas cuenten con infraestructura y servicios hídricos adecuados.

Asimismo, al menos 2,200 millones de personas necesitarán acceso a servicios de saneamiento y tratamiento de aguas residuales municipales. De atenderse la necesidad de un suministro suficiente de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y muerte, podría reducirse hasta en 75 por ciento.

Grado de vulnerabilidad

La combinación de factores como el creciente impacto de las actividades humanas en el medio ambiente (incluyendo el cambio climático), la reducción en el funcionamiento eficiente de los ecosistemas, la menor capacidad del medio ambiente para proporcionar bienes y servicios, el crecimiento poblacional y su concentración, así como el asentamiento humano en zonas de alto riesgo, son los grandes retos que enfrenta la humanidad.

Los gobiernos deberán considerar que 2.2 millones de habitantes en los países en desarrollo, especialmente los niños, mueren todos los años por enfermedades asociadas a la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene.

En los próximos 20 años se necesitará 17 por ciento más de agua para cultivar alimentos, una tercera parte de los países con déficit de agua enfrentarán una grave escasez y en 2025, dos tercios de la población vivirán con escasez de agua entre moderada y grave.

El 70 por ciento de la tierra está cubierto con agua, pero menos de 0.01 por ciento es aprovechable para consumo humano y ha crecido la competencia entre usuarios, regiones y países por su uso. La inversión mundial que se necesitaría para tratamiento, manejo y saneamiento de agua es de 23 mil millones de dólares al año, mientras que la actual es de sólo 16 mil millones.

El agua salada representa 97.5 por ciento del total, el agua dulce 2.5 por ciento, el almacenamiento en ríos y lagos es de sólo 0.3 por ciento, los mantos freáticos (incluyendo la humedad del suelo, el agua de los pantanos y las aguas subterráneas congeladas) aportan 30.8 por ciento, mientras que los glaciares y nieves permanentes concentran 68.9 por ciento.

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