El alcalde de Nairobi, Waititu Ndungu, ha denunciado en el Parlamento Europeo que una coca-cola es más cara que el agua en Kenia, y que la mayoría de la población de este lugar no tiene dinero ni para comprarse uno de esos refrescos. La situación es muy paradójica porque su país está situado junto al segundo lago más grande del mundo, el Victoria, junto al río Nilo.
Esta queja se ha efectuado en la primera Asamblea Mundial de los Representantes Electos y los Ciudadanos por el Agua, en la que participan más de 80 países. Pretenden crear propuestas para mejorar el acceso al agua de más de 1,100 millones de personas en el mundo que carecen de ella.
El alcalde de Nairobi ha dicho que en los últimos 40 años se ha politizado mucho el problema del agua, y que los políticos han querido buscar el monopolio y utilizarla para sus campañas electorales.
Ndungu ha explicado que en su país el agua no es un derecho humano básico, sino que es un privilegio. Según los datos del Informe sobre el Desarrollo Humano de 2006, existen grandes diferencias entre los precios que se pagan por el agua en el mundo, y cuanto mayor es el nivel de pobreza más dinero se debe pagar por el agua limpia.
En Kenia mientras las empresas privadas extranjeras consumen gran parte del agua del país, los ciudadanos se quedan sin poder beber diariamente.
Fuente: Diariosigno
Compártelo
