Cambio climático

El planeta necesita reducir a la mitad emisiones de GEI

Tras una semana de trabajo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático tiene un documento no oficial como base para dar seguimiento a los compromisos internacionales para hacer frente al calentamiento global
Miguel Ángel de Alba

La “Declaración de Bali” comienza a tomar forma. Un documento informal de los cofacilitadores de los grupos de trabajo, con un texto preliminar para una decisión de la Conferencia de las Partes (CdP) permite ver hacia dónde se dirigirá el acuerdo, el cual sería presentado a los ministros este miércoles 12 de diciembre.

En el preámbulo, el texto destaca la “evidencia científica inequívoca” de que para prevenir los peores impactos del cambio climático será necesario que las Partes del Anexo I —como grupo— reduzcan las emisiones para que en 2020 estén entre 25 y 45 por ciento debajo de los niveles de 1990, que las emisiones mundiales lleguen a su punto más alto dentro de 10 a 15 años, y que para el año 2050 hayan sido reducidas hasta menos de la mitad de los niveles de 2000.

En el preámbulo también se reconoce la necesidad de mejorar la implementación y fortalecer los compromisos; se señalan los avances y resultados de otros procesos dentro de la Convención y el Protocolo.

En la sección operativa se trata una “visión compartida” y la mejora de la acción sobre la mitigación, incluyendo la consideración de “los objetivos cuantificados de reducción de emisiones de fuentes antropogénicas y la remoción de sumideros de gases de efecto invernadero en todos los países desarrollados”.

El texto acerca de la mitigación también contiene párrafos sobre el reconocimiento de las acciones nacionales de los países en desarrollo, la reducción de la emisiones de la deforestación, los incentivos positivos, la cooperación tecnológica, el aumento del financiamiento y las inversiones.

La parte operativa del texto contiene varios párrafos sobre la mejora de las acciones de adaptación y uno acerca de la cooperación tecnológica. Asimismo, incluye la decisión de lanzar un proceso a largo plazo para la cooperación, más allá de 2012, y establece tres opciones para informar a la CdP 15 en 2009.

Las opciones son: un diálogo “sin perjuicio de ninguna negociación futura”, un grupo de trabajo especial de composición abierta, y un grupo de trabajo especial de composición abierta combinado con el proceso del Protocolo de Kyoto.

Más allá de la opción que se asuma, el texto preliminar establece que la primera reunión formal se realizará antes de junio de 2008, y se centrará en un programa de trabajo, tomando en cuenta una lista que incluye cuestiones como la mitigación, la adaptación, el financiamiento e inversión y la transferencia de tecnología.

Desde Bali

Tras una semana de intensas reuniones, los grupos de trabajo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático parecen estar llevando a buen puerto sus trabajos y a partir del miércoles, los ministros sólo tendrán que firmar los acuerdos respectivos y disfrutar del húmedo calor que se siente en Bali.

Durante la primera semana de trabajo hubo reuniones de grupos de contacto y consultas informales sobre una amplia variedad de cuestiones, entre las que se incluyen: el Protocolo de Kyoto, la segunda revisión del Protocolo en el marco del artículo 9; las acciones a largo plazo; el Fondo para la Adaptación; las comunicaciones del Anexo I; la creación de capacidades; la educación, el entrenamiento y la concientización pública; el mecanismo financiero; el cuarto informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático; los Países Menos Desarrollados; las comunicaciones nacionales de las partes no incluidas en el Anexo I (donde se encuentra México); privilegios e inmunidades; reducción de las emisiones de la deforestación; y transferencia de tecnologías.

A pesar de haber sido una semana intensa en trabajos, que provocó que más de un participante de las delegaciones reducidas se quedara dormido por agotamiento durante las sesiones, poco es lo que ha resultado para informar.

En esta ocasión no vinieron los delegados a revisar un documento preestablecido, por lo que tuvieron realmente que trabajar en su realización. Pero no todo fue tiempo perdido en Bali, porque mientras los delegados discutían, decenas de actos paralelos se desarrollaban en los hoteles de este centro vacacional.

Instituciones, organismos no gubernamentales, gobiernos, empresas, periodistas, todos se dieron tiempo para realizar sus labores, a veces en forma frenética.

Y en tanto los delegados tratan cuatro temas fundamentales sobre el cambio climático, siempre basados en los informes del IPCC, afuera de los salones de reuniones había un verdadero mercado, que hace pensar a veces que esto de trabajar por el medio ambiente para salvar el mundo no es sino otro negocio para quienes tienen los recursos necesarios para invertir en nuevas tecnologías y en mercadotecnia.

Junto a los activistas que agrupan a decenas de jóvenes que creen que realmente hacen algo con su trabajo voluntario, sus puestas en escena y su convencimiento de que algún día serán reconocidos como héroes ecologistas, están las grandes empresas que ofrecen tecnologías de punta para crear empresas con procesos industriales limpios, para generar nuevas fuentes de energía, para invertir en los mercados de carbono, editoriales con cientos —quizá miles— de publicaciones sobre todo lo que es el cambio climático.

Es tal la profusión de documentos que circula, que resulta inconcebible que en un encuentro sobre el medio ambiente y el cambio climático se siga usando tanto papel. Solamente en mi caso tengo documentos suficientes para llenar una maleta enorme.

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