Briceño señaló que actualmente la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que para el año 2030 esa proporción aumente a dos tercios.
Explicó que el fenómeno se dejará sentir con más intensidad en las urbes porque la concentración de población genera más vulnerabilidad.
Además, señaló, “la gente en las ciudades está menos consciente de los fenómenos naturales que la gente en el campo, que ha vivido toda la vida acostumbrada a ellos y a manejar inundaciones o sequías, en cambio, la gente en la ciudad está mucho menos preparada para eso”.
Agregó que, por otra parte, el impacto del cambio climático en las zonas rurales está impulsando a la gente a mudarse a las grandes ciudades, “de modo que el crecimiento poblacional en las urbes se está multiplicando y generando un mayor riesgo”.
Las ciudades más afectadas serán las que se encuentran en las costas y en los deltas, puntualizó el funcionario.
Entre el 5 y el 7 de junio próximos se celebrará en Ginebra una conferencia en la que se establecerá una plataforma mundial para la reducción de riesgos de desastres. El encuentro se convertirá en un foro de intercambio de ideas e iniciativas.
Fuente: ONU
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