Permite dejar y tomar comida libremente en una nevera instalada en la calle
España.— Con el objetivo de evitar que la comida sobrante o a punto de caducar que cada día generan tantos y tantos restaurantes y hogares fuera a parar en la basura, la Asociación de Voluntarios de Galdakao, puso en marcha un refrigerador público.
Desde su implementación, la nevera ha recibido todo tipo de alimentos, siempre etiquetados con la fecha de su depósito: desde platos de lentejas o ensaladilla, hasta helados, batidos, tortillas casi enteras o los innumerables pinchos que cada noche sobran en las barras de los bares.
La iniciativa ha sido un éxito no sólo porque el frigorífico instalado en la calle Zabalea prácticamente se llene y se vacíe siempre en la misma jornada, sino por el civismo con el que la población ha respondido.
“Por el tipo de gente que abre el frigorífico para llevarse alimentos nos parece que la mayoría son personas sin recursos. Algunos sabemos que incluso vienen con un carrito de otros municipios, como Amorebieta y Etxebarri”, señaló Álvaro Saiz, promotor de la iniciativa.
