En México, 17.2 % de niños y adolescentes, y solo 14.4 % de los adultos, se ejercita lo mínimo
Teorema Ambiental/Redacción
Con un ritmo de vida cada vez más acelerado y un estrés desmedido, hoy parece más difícil mantener un estilo de vida activo y saludable. Y aunque la mayoría de las enfermedades tienen una base genética, los hábitos de una persona condicionan el desarrollo de una patología con el transcurso de los años.
Hay dos elementos principales que conforman el estilo de vida actual, y que cuentan con mayor influencia negativa en los padecimientos crónicos: el sedentarismo y la alimentación inadecuada. Vivimos en un entorno en el que solo es necesario dar un clic y tenemos desde comida rápida hasta comodidades. En conclusión, vivimos un ritmo sedentario.
En México, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, solamente el 17.2 por ciento de los niños y adolescentes de entre los 10 y 14 años de edad, se ejercitan lo necesario, es decir, 60 minutos diarios de actividad física moderada, mientras que en los adultos, el 14.4 por ciento no cumplen con la recomendación de actividad física de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales equivalen a 15 minutos a la semana.
Al sedentarismo se le suma una mala alimentación, la cual se refiere al consumo sin medida de alimentos ricos en azúcares, grasas o demasiadas proteínas. La ingesta de este tipo de alimentos produce cierto placer que a la larga se vuelve adictivo, por lo que no se puede dejar de hacerlo.
La situación, además, se complica con la falta de una cultura de la prevención, la poca disposición a adoptar buenos hábitos, una cierta adicción a lo destructivo y la negación de seguir recomendaciones médicas.
La adopción de un estilo de vida saludable depende principalmente, de tu disposición. Por fortuna ya existen alternativas que te pueden ayudar a lograrlo y mejorar tu calidad de vida. Para ello es necesario que sigas algunos puntos indispensables: comer saludable, hacer ejercicio, no fumar y beber alcohol de manera moderada.
Alimentación:
Lo que comes y la cantidad en que lo consumes sin duda están estrechamente relacionados con tu salud. Más allá de la pérdida de peso, una alimentación saludable te hará sentir bien y te alejará de la posibilidad de contraer enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes, entre otras muchas más.
Como una propuesta en los cambios de alimentación puedes optar por el consumo de alimentos sin azúcar o bajos en calorías, como es el caso de los snacks de Sweetwell. Dichos productos aportan pocas calorías por lo que pueden ser consumidos tanto por diabéticos como por los amantes de los postres.
Actividad física:
Las personas físicamente activas tienden a disfrutar de una mayor calidad de vida, por lo que son menos propensas a padecer limitaciones que normalmente se asocian con las enfermedades crónicas y el envejecimiento. El ejercicio físico aumenta el bienestar psicológico y mejora el estado de ánimo, refuerza la autoestima, genera autoconfianza y aumento de control en uno mismo.
Aunque el ritmo de vida citadina demanda mucho movimiento, como realizar varias tareas a la vez y vivir al margen del reloj, no se puede dejar a un lado el cuidado de la salud.
