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IPCC pide repensar agricultura y silvicultura para salvar la tierra

La deforestación y las actividades agropecuarias contribuyen significativamente a la emisión de gases y compuestos de efecto invernadero

Teorema Ambiental/Redacción

De acuerdo con el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado este jueves, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de todos los sectores, incluido el de la tierra y el alimentario, es el único modo de mantener el calentamiento global, por debajo de 2 °C y evitar una catástrofe climática y alimentaria hacia 2050.

El reporte denominado: “El cambio climático y la tierra”, presentado en Ginebra, Suiza, menciona que si bien una mejor gestión de la tierra puede contribuir a hacer frente al cambio climático, no es la única solución. Si se quiere mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 °C, o incluso en 1.5 °C, la reducción de las emisiones de GEI de todos los sectores es fundamental.

De acuerdo con el informe, fueron evaluados alrededor de siete mil estudios y artículos y concluyó sobre la urgencia de modificar la manera en que utilizamos la tierra para producir nuestros alimentos, impulsamos el desarrollo e integramos las actividades productivas sustentables a la conservación de los ecosistemas.

Los riesgos que plantea el cambio climático dependen tanto del nivel de calentamiento como de la evolución de los patrones de población, consumo, producción, desarrollo tecnológico y manejo de la tierra. A escala global, el 23 por ciento de las emisiones de GEI provienen de la deforestación, los incendios forestales y la agricultura.

En México el sector agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU, por sus siglas en inglés), emiten altas concentraciones de gases de efecto invernadero contabilizados como: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), por 102 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (102 Mt de CO2e).

Sin embargo, el sector AFOLU también absorbe 148 Mt de CO2e en los bosques y selvas del país, de acuerdo con datos del último Inventario Nacional de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero (INEGyCEI).

Aunque se entiende que los sistemas naturales son parte de la solución al cambio climático, se necesita velar por la protección, conservación y restauración de estos. Muchas acciones relacionadas con la tierra que contribuyen a la adaptación y mitigación del cambio climático, también pueden combatir la desertificación y la degradación de la tierra y garantizar la seguridad alimentaria.

El manejo sustentable de la tierra, incluyendo el manejo forestal sustentable, puede prevenir y reducir su degradación, mantener su productividad y revertir los impactos adversos del cambio climático. La agricultura industrial, la deforestación y el aumento de fenómenos hidrometeorológicos extremos están destruyendo las tierras en las que producimos alimentos. El uso generalizado a gran escala (millones de km2) de plantaciones de árboles no nativos y monocultivos podría tener consecuencias potencialmente irreversibles para la seguridad alimentaria y la degradación de la tierra.

Todas las alternativas que limitarían el calentamiento a 1.5 °C o muy por debajo de 2 °C requieren acciones de mitigación basadas en el uso de la tierra, la mayoría incluyendo diferentes acciones de reforestación, forestación y agricultura sostenible.

Un diseño de políticas adecuadas, estrategias integrales e interinstitucionales en todos los órdenes de gobierno, priorizando las acciones en el territorio y la inclusión de las comunidades y poblaciones indígenas son cruciales para la adaptación y mitigación del cambio climático.

Se requieren acciones de corto plazo y basadas en el conocimiento como el fortalecimiento de capacidades, la aceleración de la transferencia de tecnología, habilitar mecanismos financieros y la implementación de sistemas de alerta temprana, respaldan las acciones a largo plazo para revertir los impactos del cambio climático asociados a la deforestación, la degradación de la tierra y la seguridad alimentaria. Lo anterior traería consigo efectos sociales, ecológicos y económicos; co-beneficios para el desarrollo.

El informe fue elaborado por 107 expertos de 52 países. En esta ocasión fueron dos los autores líderes procedentes de nuestro país en los capítulos Desertificación y Degradación de la Tierra. Cabe señalar que ambos temas, junto con el de Seguridad Alimentaria son el núcleo del informe.

Este es el primer informe del IPCC en el que la mayoría de los autores (53 por ciento) son originarios de países en desarrollo y el 40 por ciento de los autores principales son mujeres.

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