María Leticia Arena, directora del Laboratorio Estatal de Salud Pública y Referencia Epidemiológica de Yucatán, asegura que las diarreas y las enfermedades respiratorias son las principales enfermedades en la población
Mérida, Yuc. (México).— Los turistas que llegan a esta entidad, no sólo dejan divisas, sino también infecciones, reconoció María Leticia Arena Ortiz, directora del Laboratorio Estatal de Salud Pública y Referencia Epidemiológica de Yucatán (LESPRE), quien dijo que en este lugar se analizan entre siete mil a ocho mil muestras ambientales, de alimentos y biológicas por día. Además, del análisis de todas las muestras de cáncer de cérvix que se realizan en el estado.
Durante el cuarto día de actividades del Taller Jack. F Ealy de Periodismo Científico, la funcionaria estatal, aseguró que las enfermedades diarreicas y los padecimientos respiratorios son los principales problemas de los yucatecos.
Le siguen las infecciones urinarias, de acuerdo con los Servicios de Salud de Yucatán.
Arena Ortiz explicó que en este laboratorio se realizan 15 mil análisis procedentes de siete mil a ocho mil muestras que reciben procedentes de los diferentes hospitales públicos y privados del estado.
En su presentación a periodistas nacionales y locales que asisten a este taller, Arena Ortiz explicó que en este laboratorio se analizan alimentos potencialmente peligrosos; la calidad del agua bacteriológica; las bebidas adulteradas; el monitoreo de la marea roja; esterococos en agua de cenotes; flour y yodo en sal, así como las harinas fortificadas con ácido fólico.
Mencionó que este laboratorio, considerado de vanguardia, tiene el aval del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) y la Comisión de Control Analítico de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Con una inversión de 135 millones de pesos, fue inaugurado en julio de 2011. Tiene una extensión de cuatro mil diez metros cuadros y trabajan 100 personas que pertenecen al Sistema Nacional de Investigación.
Reconoció que en 2009, cuando surgió la epidemia de la influenza AH1N1, no se contaba con todo el equipo e insumos para analizar este virus, por lo que a raíz de este acontecimiento se incrementó el equipo de análisis.
Fuente: El Universal
