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Debate contemporáneo

Hombre, naturaleza y ciencia se enfrentan al entorno energético—tecnológico

El hombre empezó a controlar a la tierra y a la naturaleza como dos conceptos separados sin regularizar la acelerada destrucción de los recursos. A la tierra como una masa inerte y a la naturaleza como un reto a dirigir, aprovechar y someter al servicio del ser humano en torno a su capacidad productiva. Un signo de progreso que experimenta la sociedad actual consiste, sin duda, en el rápido desarrollo tecnológico, pues le ha dado el poder al ser humano de transformar todo lo que le rodea.

No obstante, es difícil responder con optimismo semejante reto, nuestra civilización es un termómetro en el consumo de energía, su uso eficiente o desperdicio; en aplicaciones básicas como la iluminación, la fuerza para mover motores en la industria, así como las comodidades de aire acondicionado, refrigeración y calefacción, son totalmente dependientes en 80 por ciento de recursos fósiles como el petróleo, el gas y el carbón a escala mundial.

Frente a esta situación y desde la perspectiva de no ser conformistas sino creadores, la tecnología enfrenta el reto de idear, diseñar, construir y finalmente operar para contribuir con un desarrollo sustentable en armonía con la sociedad.

Subrayo la armonía, ya que la población, el consumo y la tecnología son las principales fuerzas determinantes del cambio ecológico y ambiental. Me parece que el esfuerzo que estamos realizando, deja claramente sentada la necesidad de reducir en ciertos lugares del mundo las modalidades de consumo ineficaces y con elevado desperdicio, fomentando en otras zonas un desarrollo más intenso y sostenible.

Más todavía, actualmente hemos observado el avance de los efectos desastrosos que las anomalías climáticas, de procedencia artificial, pueden llegar a cobrar. El incremento del nivel del mar a consecuencia del derretimiento de las capas árticas, la intensidad de los tifones y huracanes son algunos de los más alarmantes.

En este ámbito ha surgido una preocupación global por el medio ambiente, cómo responder de manera urgente al problema ambiental y de recursos energéticos.

Esto nos permite destacar y considerar la importancia de temas que han sido tratados de manera global en diversas cumbres y conferencias como la Cumbre de Río en Brasil, el Protocolo de Kyoto, la Conferencia de Cocoyoc, la Conferencia de Estocolmo, entre otras son:
• El rápido crecimiento de la población, 92 millones anualmente.
• El hambre y la seguridad de la comida.
• El incremento en el consumo de energía.
• Los desechos tóxicos, ya que más de 70 por ciento de la energía eléctrica en México es de producida por combustibles fósiles.
• Desaparición de 17 millones de hectáreas de bosques.
• Calentamiento de la superficie de la tierra.
• La capa de ozono y el cambio climático.
• La extinción de especies.
• La calidad de vida.

Petróleo, auge y decadencia
El Banco Mundial considera que para el 2010 habrá más de un billón de vehículos automotores en el mundo. Mientras que actualmente la población mundial se estima en 6,200 millones de habitantes, de los cuales 1,600 millones carecen de energía eléctrica, 1,200 millones carecen de agua potable y viven en regiones rurales de países en desarrollo como África y Asia.

Más de 80 por ciento de la energía que se consume en el mundo, es de origen fósil o no renovable: 37 por ciento de petróleo, 23 por ciento de carbón, 20 por ciento de gas natural y 17 por ciento de energía nuclear. Las energías renovables apenas contribuyen con un 13 por ciento.

Esta situación que depende en parte de la infraestructura y distribución de reservas de petróleo en el mundo presenta cuatro problemas básicos:

Primero.— En el ámbito comercial la centralización del control de los precios del petróleo que continuarán al alza y su producción total mundial.

Segundo.— La concentración de reservas petroleras en un 75 por ciento o más, en los países del Medio Oriente. (Arabia Saudita, Irán, Irak, Kuwait, Rusia.)

Tercero.— El calentamiento global del planeta por la quema de combustibles fósiles, que por muchos años más seguirán siendo la base de la producción mundial de energía con las emisiones de bióxido de carbono y lluvia ácida.

Cuarto.— Se pronostica que al ritmo de extracción actual en 10 años México tendrá que importar el petróleo, en caso contrario deberá generar nuevas tecnologías de perforación en aguas profundas en el Golfo. Y la ya urgente necesidad de construir más refinerías que a su vez incrementa los niveles de contaminación.

El tema de desarrollo tecnológico amerita aún mayor espacio y reflexión, para contener las tendencias de deterioro del ambiente y los recursos naturales. Debemos transformar las arraigadas costumbres y convicciones que hoy predominan en el uso y aprovechamiento de la naturaleza; y que atentan contra su reproductividad y contra la calidad del medio ambiente. Debe fortalecerse la responsabilidad de la sociedad para transformar los patrones de consumo, los procesos productivos del medio rural y la articulación entre población y medio ambiente.

La nueva visión del mundo nos refiere en forma estricta, un desarrollo interdisciplinario para el análisis y comprensión de la relación hombre-naturaleza-ciencia.

La tecnología principalmente debe atender problemas como la contaminación del aire y la reforestación. En lo que a esto se refiere, se han analizado los procesos de combustión y se han desarrollado nuevas tecnologías para el control de emisiones que permiten el ahorro y uso eficiente de la energía, además de fomentar el uso de la energía renovable.

Las fuentes de energías primarias corresponden a las distintas fuentes de energía tal y como se obtienen de la naturaleza, ya sea en forma directa o después de un proceso de extracción, y se pueden clasificar en renovables o fósiles.

Entre las energías renovables, las cuales se supone que no se acabarán con el tiempo, tenemos:

La solar, la eólica (viento), la hidráulica (ríos y pequeñas caídas de agua), la de las mareas, residuos sólidos y geotérmicas, también incluimos en esta clasificación al uranio para las plantas nucleares.

Para estabilizar este deterioro ambiental la tecnología debe continuar cambiando y dirigiéndose fundamentalmente a crear bienes y servicios para conservar la salud, decrecer el consumo mundial para regenerar a las especies productivas, así como renovar y purificar el ambiente.

Finalizo comentando que la tecnología tendrá que duplicar su desarrollo enfocado únicamente a la conservación del planeta y esto para poder conservar el planeta como hoy lo encontramos y, por otra parte, la energía base en el mundo según las proyecciones será la energía nuclear. Por lo demás representa una eficaz alternativa frente al desgaste del carbón y petróleo, aunque la inversión inicial es alta, a la larga es menos costoso producirla y no contamina la atmósfera. De aquí que encuentre que la energía nuclear será fuente de 80 por ciento de electricidad mundial en el año 2020.

En estos dos terrenos, el energético y el de la tecnología, el anhelo del hombre por contribuir al mejoramiento ecológico nos permite valorar nuevamente la importancia y el papel decisivo de nuestras acciones; que no sólo transforman el entorno determinado sino que contribuyan a cambiar decisivamente a las personas. El modelo de vida en el futuro cercano dependerá más de la conservación de recursos naturales y menos del incremento en la cantidad de los factores productivos.

Referencias:
http://www.sciam.com/article.cfm?articleID=000E4C4C-F093-1304-ABA283414B7F0000&pageNumber=1&catID=2
http://www.channel4.com/science/microsites/M/makepovertyhistory/top8/index.html
http://aol.businessweek.com/magazine/content/05_52/b3965025.htm

Enrique Healy Wehlen*
* Maestro en ingeniería, académico de tiempo completo de Universidad Iberoamericana. Ingeniería Mecánica y Eléctrica.

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