Teorema Ambiental/Redacción
Los chapulines son insectos que pertenecen al grupo de los ortópteros, al que pertenecen los saltamontes, los grillos y las langostas. Algunos de ellos tienen el potencial de terminar con un cultivo y son difíciles de combatir.
Sin embargo, está comprobado que son un alimento con un alto contenido de nutrientes. Esto lo sabían los antiguos mexicanos, que además de relacionarlos con la realeza, también los comían con mucha frecuencia.
Estudios científicos de la actualidad han reafirmado sus propiedades nutricionales:
Poseen un alto contenido de proteínas de buena calidad
De hecho es mayor al de la carne, con la diferencia de que su contenido de grasas dañinas es casi nulo. Su contenido de proteínas oscila entre 70 y 77 por ciento contra el 50 y 57 por ciento, de la carne, de acuerdo con la Universidad Autónoma del Estado de México.
Sin embargo, para reemplazar la cantidad de carne que se requiere en la actualidad, necesitarían comer una gran cantidad de vegetación para generar la misma cantidad de proteína que un pedazo de carne.
Efecto antibacteriano
De acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional, los chapulines son ricos en un polisacárido llamado quitina la cual posee propiedades antibacterianas.
Ayudan a la salud del sistema nervioso
Los chapulines aportan vitaminas B1 y B12 a la dieta, que aportan beneficios a la salud de los sistemas digestivo y nervioso, respectivamente.
Fácil digestión
Otra de las ventajas de comer insectos es que son amigables con el sistema digestivo del cuerpo. “Por ejemplo, el chapulín tiene 62.93 por ciento de proteína total, de la cual el 89.63 es digestible”, según investigaciones realizadas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fuente de energía
Los chapulines aportan mayor cantidad de energía que cereales como el trigo y una pequeña porción ayuda a tener la vitalidad para realizar tus actividades. Además es una excelente fuente de nutrientes como botana de media tarde.
