Teorema Ambiental/Redacción
La jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció la implementación del programa Basura Cero y Economía Circular del manejo de los residuos sólidos, a partir de este lunes.
El objetivo es continuar con acciones que hagan más sustentable a la capital del país, además de mitigar los grandes problemas ambientales que padece.
En conferencia de prensa, acompañada por la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Marina Robles García, así como el embajador de la Unión Europea, Klaus Rudischhauser, Sheinbaum Pardo indicó que la intención es ya no enviar más residuos sólidos a rellenos sanitarios, así como reducir la disposición final de los rellenos sanitarios de ocho mil 600 toneladas a solo dos mil, y que residuos como el cascajo sean reciclados y comprados por el gobierno capitalino y las alcaldías para utilizarlo en otras obras.
Se trata de avanzar hacia una economía circular, es decir que los residuos regresan para ser aprovechados por la economía, lo que generará ahorros para el gobierno capitalino que hoy destina dos mil 800 millones de pesos a los estados de Morelos y el Estado de México por el transporte de basura.
La Ciudad de México produce unas 12 mil 700 toneladas de residuos sólidos, que en 2005 significaban un gasto de 200 millones de pesos, cuando se depositaban en el Borde Poniente, mientras que hoy cuestan más por el uso de transporte, pero si se manejan de manera adecuada estos recursos que hoy se gastan en el manejo adecuado de residuos, se podrían utilizar para mejorar el manejo y la administración de los residuos sólidos en la capital del país.
El mejor aprovechamiento se puede hacer a través de aplicar las tres “R” y sumándole una más: reducir, reciclar, reusar y ahora revalorizar los residuos dándoles un mayor valor para ser reciclados y volver a entrar en la economía.
Mencionó que miles de toneladas de cascajo deben tener la misma estrategia para que dejen de tirarse en cualquier espacio ya que han abonado al crecimiento de la mancha urbana.
De las 12 mil 700 millones de toneladas, casi seis mil son orgánicas, y el resto son inorgánicos que pueden ser residuos reciclables, como son el plástico, el vidrio y metales, así como otros materiales. Por lo que la meta en el volumen de residuos reciclados debe crecer de mil 900 toneladas que procesan adecuadamente en 2019 a tres mil 200 para 2024, lo que se hará con la participación de la iniciativa privada, de los recicladores en pequeño, los trabajadores de la Sección 1 de la ciudad y los propios productores de residuos.
Agregó que ya se trabaja con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Fondo de la Sustentabilidad Energética, así como el Instituto de Ingeniería de la UNAM, para aprovechar de la mejor manera los recursos orgánicos para que puedan utilizarse como carbón vegetal para incorporarlos a las carboeléctricas.
