Para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, el tema ambiental no es el más importante, su solución es considerada un lujo que no aporta nada bueno y, por el contrario, obliga a los empresarios a tener que llenar fastidiosos formularios. Para colmo, el tema verde es considerado como una excusa de presión por parte de autoridades gubernamentales hacia las empresas.
Dentro de este contexto, la voluntad del empresario es indispensable. Debe darse un compromiso por el desarrollo sustentable en todos los aspectos: económicos, ecológicos y sociales. Para las autoridades gubernamentales no es suficiente proponer información sencilla en forma de guías o manuales.
Ambas partes deben comprometerse y tomar en cuenta que es casi indispensable que la empresa tenga que recibir una asesoría por parte de un consultor, facilitador o moderador, quien debe apoyar a la empresa para encontrar soluciones a sus problemas específicos.
La mayoría de las empresas deben ya considerar dentro de sus planes de capacitación y asesoría, el tema verde. Los elementos más importantes de una capacitación de este tipo incluyen la aplicación de un taller sobre uso eficiente de materias primas, otro sobre gestión de costos con criterios ambientales y un tercero sobre buenas prácticas de gestión empresarial.
Según Peter Hauschnick, los beneficios para las empresas consisten principalmente en una mejor eficiencia de sus procesos productivos y una reducción en sus costos de producción. También, se minimiza la generación de residuos, se mejora el desempeño ambiental y el desarrollo organizacional. Otro aspecto interno es que se reducen de manera considerable los riesgos de salud sobre los trabajadores y la comunidad.
Como consecuencia de todo lo anterior, la empresa mejora su imagen y sus relaciones con los clientes y proveedores.
Beneficios comprobados
Gracias al tipo de medidas aplicadas en las empresas que han participado en los programas de gestión ambiental, las firmas mejoran sus registros de materias primas y auxiliares, optimizan el uso de dichas materias primas, mejoran el mantenimiento, cambian sus prácticas de limpieza, así como su iluminación y la capacitación del personal se lleva cabo con la formación de equipos de trabajo.
Los rangos de inversiones en los programas han fluctuado entre cero y hasta 20 mil pesos y el tiempo de retorno ha sido de entre tres y 12 meses. Hauschnick mencionó que como parte de la cooperación técnica alemana con la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), se dieron ejemplos exitosos.
Tal es el caso del Programa Pioneros Industriales en Culiacán, en cooperación con la Fundación EcoRegión Sinaloa, donde la empresa de Papel Artesanal diseñó y construyó una prensa para papel con medición de precisión, monitoreo diario de entradas y salidas. De manera concreta, se recuperaron mensualmente materias primas por un valor cercano a los 2,116 pesos.
El aumento de la productividad fue de 100 por ciento, lo que en un mes equivalió a 23,654 pesos. La inversión total fue de 11,845 pesos y el tiempo de retorno fue de 14 días.
La empresa de Conservas en Sinaloa, que cuenta con 131 empleados, cambió sus métodos de limpieza al utilizar mangueras de tres cuartos de pulgada y se adquirieron también jaladores de agua y recogedores de basura. La capacitación adecuada del personal evitó desperdicios.
El ahorro de agua mensual en la empresa fue de 2,073 metros cúbicos, equivalente a 43 por ciento de aprovechamiento. El ahorro en términos económicos fue de 18,667 pesos al mes, con una inversión total de 800 pesos.
Otros éxitos ambientales
Un ejemplo del Programa de Gestión Ambiental Rentable en los Giros de las Artes Gráficas, Lavanderías y Tintorerías es el caso de un impresor de la ciudad de México que logró reducir el uso de alcohol isopropílico mediante una utilización más eficiente.
El costo de la inversión fue de 2,500 pesos y los ahorros totales anuales llegaron a 5,880 pesos y a 1,200 litros de alcohol isopropílico. El periodo de amortización fue de cinco meses.
Por último, en una lavandería de autoservicio en el Distrito Federal, como parte del Proyecto Mejoramiento de la Calidad del Aire en la Ciudad de México, se redujo el consumo de detergentes y otros insumos, mediante la separación de la ropa y la optimización del uso de sustancias auxiliares.
El ahorro de insumos por año fue de 532 kilogramos de detergentes (2,635 pesos), 108 litros de suavizantes (864 pesos) y 72 litros de cloro (144 pesos). El ahorro a lo largo del año fue de 4,003 pesos.
