Hoy en día, todavía resulta muy difícil asegurar fondos suficientes para invertir y destinarlos en el logro de una producción más limpia. Esto ocurre no sólo en México, sino también en otros países, donde persiste la escasa o deficiente información, una actitud conservadora y gran desconfianza.
Entre los problemas para financiar proyectos de producción más limpia, se puede agregar una carencia de capacitación en el asesoramiento de costos, ganancias, riesgo y de estándares aceptados. El horizonte por el momento consiste en la existencia de pocos préstamos a largo plazo, altos costos de transacciones y falta de dimensión de los proyectos.
Entre las instituciones bancarias casi nunca se conoce la metodología para la evaluación de programas de producción más limpia y, por lo tanto, la consideran muy riesgosa. También, por lo general se reciben proyectos supuestamente verdes sin verdadera viabilidad económica. El personal bancario, en la mayoría de los casos, no está capacitado para diferenciar planes verdes.
En las empresas falta información y muchas se mantienen en una actitud conservadora o, simplemente, en condiciones de supervivencia (Pymes). Asimismo, muchos directivos no tienen poder de negociación, carecen de cualidades y habilidades en la preparación de propuestas de inversiones atractivas, así como el hecho de no contar con garantías adecuadas.
Según Diego Masera, representante de la oficina regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en muchos gobiernos la legislación y las políticas ambientales están inconclusas, la aplicación y respeto de la ley es muy deficiente, el precio de los recursos naturales y materias primas no es el adecuado, los fondos públicos están enfocados a soluciones hacia el «final del tubo» y no a la producción más limpia.
Para Masera, también existen limitadas actividades de promoción, sin una activa participación del Estado en la promoción de la producción más limpia. Se carece, a escala mundial, de marcos legales sólidos, de estabilidad política y tributaria, y se asume la función de facilitador y no de ejecutor.
Un gobierno muy activo
El gobierno de Noruega es uno de los más activos del mundo en el diseño de mecanismos y estrategias para la producción más limpia. Entre sus principales objetivos asumidos, se encuentra el de mostrar a las instituciones financieras y a la industria en general (empresas y asociaciones industriales), los beneficios de invertir en la producción más limpia.
Para ello, se ha dedicado a impulsar la capacitación de los agentes financieros en el asesoramiento de propuestas de inversión en la producción más limpia y en persuadir a las instituciones financieras a introducir esquemas de crédito a la medida de la producción más limpia.
Por su parte, el proyecto PNUMA tiene el objetivo de inducir nuevas iniciativas, como son los fondos especiales, la capacitación, cambios en las políticas (gubernamentales, en la industria, en las instituciones financieras y en el ámbito académico). El PNUMA considera esencial el tener que capacitar a los empresarios en la preparación de propuestas atractivas de inversión en producción más limpia.
Los países en los que se está llevando a cabo este tipo de proyectos son Tanzania y Zimbabwe, en África; Vietnam, en Asia, y Nicaragua y Guatemala, en Latinoamérica.
El programa de capacitación del sector financiero está compuesto por los siguientes módulos o temas: Introducción a los conceptos y a la práctica de la producción más limpia; Introducción a «capital budgeting» y Financiamiento de proyectos de capital, producción más limpia como una inversión rentable y procesos de inversión en producción más limpia.
Los principales beneficiados de estos programas son los gerentes y directores de empresas y entidades financieras; las personas involucradas en la producción, en los procesos industriales y los proveedores de servicios; las personas involucradas en la contabilidad o en el área financiera de una empresa; las personas que trabajan en la banca, especialmente en la administración de riesgos de crédito; los responsables del manejo ambiental en su organización y los oficiales de ministerios claves (Medio Ambiente, Economía, Industria, etcétera).
Otros beneficios o resultados importantes se dan en una modernización de las tecnologías utilizadas en las industrias, mayor competitividad y cumplimiento de la legislación ambiental, capacitación constante del personal, reducción de los impactos ambientales y reducción de riesgos ambientales para los seres humanos.
El PNUMA espera que se den otros resultados como una mejor comprensión del tema ambiental entre empresas, bancos y gobierno, el surgimiento de un grupo de expertos nacionales capacitados en el financiamiento de la producción más limpia y el diseño de un «portafolios» de propuestas de inversión en producción más limpia en los cinco países participantes en este plan experimental.
De igual manera, se espera crear la tendencia entre las instituciones financieras y los bancos en la aplicación de políticas ambientales corporativas y motivar a los inversionistas a invertir en mayor medida en la producción más limpia. Otro objetivo es crear un marco general que favorezca la inversión en la producción más limpia (legislación, información, cumplimento y monitoreo de la ley).
