Legislación Ambiental

Nuevo gobierno, obligado a aplicar compromisos ambientales adquiridos

La administración de Enrique Peña Nieto trabajó en diseñar toda la estructura legal, pero los avances han sido muy lentos

José Luis Martínez

La administración de Enrique Peña Nieto trabajó en diseñar toda la estructura legal para que México pueda trabajar en mitigar los efectos del cambio climático en busca de reducir la temperatura promedio del planeta en 1.5 grados centígrados hacia finales del siglo. Sin embargo, los avances han sido muy escasos. Por ello el gobierno de Andrés Manuel López Obrador será responsable de que el país mantenga la posición de liderazgo mundial en este tema.

Así lo manifestó Adrián Fernández, director de Iniciativa Climática de México (ICM), durante la Conferencia “Reporte especial de 1.5°C del IPCC, la COP 24 en Katowice y las implicaciones de ambas para México”.

En el evento, participaron además de ICM el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y el World Resources Institute (WRI-México), junto con miembros del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones (SUSMAI) de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembros del Consejo de Cambio Climático (CCC), quienes presentaron una visión del recién publicado informe especial de 1.5 grados centígrados (RE1.5) del Panel Intergubernamental de Expertas y Expertos de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), así como las implicaciones para la política nacional e internacional del país.

“El gobierno de Peña Nieto, por coyuntura, tuvo que diseñar los compromisos que estableció México ante el Acuerdo de París, donde se establecieron metas no condicionadas para cumplir hacia el 2020 y el 2030 y que se encuentran en la Ley de Cambio Climático, por lo que la actual legislación nacional y los diferentes compromisos internacionales adquiridos por el país obligan a darles cumplimiento”, agregó.

Sin embargo, explicó que en un reporte del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, se identificó que el cumplimiento de dichos compromisos hacia 2020 tiene apenas una tercera parte de avance. “México ya avanzó en plantear metas razonablemente ambiciosas pero la implementación va muy lenta. En 2020 el gobierno de López Obrador deberá fijar metas hacia 2030 y ahí se va a ver si los discursos políticos son congruentes con los hechos”, advirtió.

Por ello, Andrés Flores Montalvo, director del Programa de Cambio Climático y Energía de WRI-México, urgió acelerar los esfuerzos a escala mundial para reducir los impactos del cambio climático:

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“De acuerdo con el RE1.5, los países deben incrementar sus esfuerzos para alcanzar una tasa de emisiones 0 entre 2040 y 2055, de lo contrario habremos superado el límite de 1.5°C tan pronto como en 2040. Lo anterior implica que la década entre el 2020 y el 2030 será un momento clave para actuar.” Asimismo, demostró que los impactos diferenciados entre 1.5°C y 2°C, ambos límites reconocidos por el Acuerdo de París, pueden ser la diferencia entre la alta vulnerabilidad, la conservación de alrededor de la mitad de las especies de flora y fauna y la garantía de un suministro de agua y alimento en distintas partes del planeta, beneficiando a millones de personas a escala mundial.

Por su parte, el doctor Fernando Aragón, representante y experto en el Reporte Especial de 1.5°C del IPCC, expuso las condiciones con las que México debe actuar ante esta urgencia: “El reporte del IPCC es claro al establecer las acciones que debemos impulsar como país. La reducción de emisiones a través de la acelerada integración de energías renovables, la sustitución y reducción de la flota vehicular y la reducción de demanda y consumo de energía, productos y servicios son claves para lograr una transición justa y efectiva a un escenario de 1.5°C.”

El académico agregó que México es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, por lo que no atender el llamado del IPCC puede significar altos costos económicos, humanos y ambientales en el futuro. “Reducir emisiones y adaptarnos al cambio climático ahora, reduce los costos que en un futuro serán insostenibles”, agregó.

Por su parte, Jorge Villarreal, director del Programa de Política Climática de ICM, explicó que el candidato electo como presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha manifestado la intención de este país de abandonar el Acuerdo de París, como lo hizo en su momento Donald Trump con EEUU e incluso, el gobierno de Polonia, sede de la COP del próximo mes.

Señaló que el sumarse a esta iniciativa para conservar el planeta hacia los próximos siglos tiene que ver también con intereses económicos y cuestiones políticas que, por otro tipo de conveniencias, tientan a los gobernantes a no participar, pues consideran que no son responsables directos del cambio climático. “Por ello, la importancia de sembrar la concepción de que todos los que habitamos el planeta somos responsables de preservarlo”, dijo.

También destacó la importancia que juegan los gobiernos de algunas ciudades en el mundo que trabajan de manera conjunta y directamente en acciones de mitigación ante el cambio climático.

La “Ciudad de México es un ejemplo de cómo se pueden hacer estos trabajos”, indicó Adrián Fernández. “Llevan 20 años haciendo acciones que muestran cómo una urbe de estas dimensiones puede participar eficientemente y puede ser un ejemplo sutil para otras ciudades del país de cómo hacer esta transición.”

La siguiente reunión anual de la conferencia de las partes (COP 24), la cual se llevará a cabo en Katowice, Polonia, a partir del 3 de diciembre, establece un momento clave para asegurar que estos objetivos se cumplan de manera efectiva.

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