Legislación Ambiental

Los 10 años que conmovieron a México

Carlos Ramírez

Colaboración especial

Hacia mayo de 1994, la aparición del primer número de Teorema parecía eludir el contexto de la descomposición nacional por su temática especializada no sólo en temas ecológicos sino en función de la búsqueda de una cultura ambiental. La insistencia de Wendy Coss mandaba un mensaje muy claro: el país tenía que seguir su curso y la nación no terminaba en los alzamientos guerrilleros ni en los magnicidios.

Hay décadas que han sido agobiantes para el país. De la ilusión del Tratado de Libre Comercio firmado a finales de 1993 hasta la alternancia partidista en la presidencia de la república en el 2000, el país asumió su madurez como nación. El periodo que cubre la revista Teorema revela, sin duda, una de las décadas decisivas del siglo XX mexicano. O si se quiere ser juguetón, el año de 1994 pudo haber marcado el final del siglo XX y fijado el punto de partida del mítico siglo XXI.

La toma de conciencia de una cultura ambiental, más allá de los criterios puramente ecológicos, revelaron la decisión de la sociedad mexicana de buscar nuevos caminos para el desarrollo. El TLC no sólo planteaba el agotamiento del viejo modelo estatista de desarrollo inducido desde el gasto público federal, sino que permitía las posibilidades de la integración comercial internacional. La preocupación por el medio ambiente fue, desde esos años, el primer gran indicio de que los mexicanos se negaban a ser meros mecanismos de mercado.

El periodo 1994-2004 representó la década que cambió el rostro de la república. La sociedad mexicana asumió la condición de madurez para determinar su propio destino. Hubo de pasar, sin embargo, por largos túneles de incertidumbre y una crisis económica con graves trastornos sociales. Pero también hubo de asumir una de sus decisiones fundamentales: no escoger el camino de la descomposición social que parecía amenazar a la república por la crisis política de 1994, sino andar el camino de la madurez.

El siglo XXI mexicano está marcado por los desafíos y por las decepciones. El mundo no terminaba con el PRI ni tampoco se reinventaba con la alternancia partidista. Los mexicanos pasamos por todas esas etapas y la sociedad mexicana se fortaleció. Asimismo, la sociedad mexicana le apostó a la búsqueda de nuevas formas de desarrollo equilibrado y a través de la defensa del medio ambiente y la protección de los recursos.

En esos aciagos años, uno de los saldos positivos puede medirse por la toma de conciencia ambiental. Al preocuparnos por el ambiente, simultáneamente fijaron criterios de equidad social y de convivencia como sociedad. Si en el pasado los conflictos entre mafias, grupos, partidos y clases parecían determinar los espacios del desarrollo, hoy sabemos que el medio ambiente es también la reproducción de la sociedad de clases.

La revista Teorema acompañó al país en esta difícil travesía.

Y hoy, estoy cierto, Wendy Coss está renovando votos para la próxima década. Y estaremos con ella.

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