Teorema Ambiental/Redacción
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por Petróleos Mexicanos (Pemex) a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, afectará a más de cuatro mil animales de 119 especies entre mamíferos, reptiles y aves.
De acuerdo con el documento elaborado por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), en el lugar donde se desarrollará la refinería aparecieron cuatro mil 239 individuos pertenecientes a 119 especies de 53 familias que fueron halladas durante un muestreo realizado entre el 13 de marzo al 1 de abril de este año.
El conteo encontró tres mil 303 aves, seguido por 334 anfibios, 294 reptiles y 116 mamíferos, entre ellos: zanate, colibrí, pelícano blanco, mono aullador, puercoespín, coyotes, nutrias y cocodrilos, algunos de ellos pertenecientes a las 25 especies enlistadas en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010.
Así como especies en peligro de extinción que habitan el predio como: mono aullador y oso hormiguero, y otras amenazadas, entre ellas: el zorrito platanero, puercoespín, nutria, aves como la garza tigre, carao, vireo ojiblanco, así como: las culebras bejuquilla y perico, y la iguana negra.
La preparación del terreno para la construcción de la refinería provocará la “posible disminución de especies animales y la alteración de los patrones de movilidad de la fauna terrestre”.
El documento reconoce que el espacio donde se realizará la obra pertenece a un área natural protegida, con “elementos de relevancia ecológica, como comunidades de manglares, cuerpos de agua, humedales y especies de fauna en estatus de protección”.
Sin embargo, el IMP concluye que las aves no se verán afectadas por sus hábitos migratorios, “ya que al sentirse amenazadas huyen del sitio”.
Mientras que mamíferos, anfibios y reptiles, solo son vistos cuando se encuentran en la búsqueda de alimento. Sin embargo, se implementarán mecanismos de rescate y ahuyentamiento de la fauna para proteger su integridad.
En el documento también se ocultaron los datos acerca de la vegetación que será desmontada para la preparación del sitio, además del monto de la inversión.
Aunque señala medidas de mitigación, como la planificación y gestión ambiental mediante estrategias de conservación de flora y fauna, no explica cuáles serán las acciones para mitigar la afectación a los animales.
El MIA indica que “aunque el desarrollo del proyecto provocará afectaciones moderadas al ambiente, estas serán controladas, mitigadas o compensadas mediante diferentes sistemas de control ambiental, programas de manejo y rescate, la reubicación de la fauna, así como programas de reforestación, por lo que se espera que se reduzcan y que contribuyan a mejorar la calidad del sistema ambiental a través de la producción de combustibles limpios”.
El estudio también señala que el polígono tiene un importante riesgo de inundarse, además que es vulnerable a los efectos del mar y los sismos: “El área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta y por erosión causada por oleaje de alta energía.”
Pese a todos estos factores negativos, el documento concluye que la construcción de la refinería aportará beneficio social y económico a la región.
“Evitará la importación de combustibles y fomentará la autosuficiencia energética de México; detonará el crecimiento del sureste del país, el cual se había mantenido abandonado hasta la fecha”, mientras que en el aspecto social: “resulta positivo, debido a que contribuirá a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región, con la creación de infraestructura y empleo”, añade.
Además, incluye medidas para garantizar el desarrollo integral de la entidad mediante el crecimiento económico, el fomento al empleo y una justa distribución del ingreso y la riqueza entre los individuos, grupos y clases sociales locales.
