Legislación Ambiental

Comparten riesgos bancas de desarrollo y privada

Las instituciones bancarias del sector privado han sido renuentes a invertir en el campo, al ubicar a este sector como de alto riesgo debido a las contingencias climatológicas, enfermedades y plagas que afectan los cultivos, además de la inestabilidad financiera y fluctuaciones de precios que registran los productos agrícolas.

Sin embargo, algunos organismos de la llamada banca de desarrollo han emprendido la búsqueda de nuevos esquemas de crédito y riesgo compartido con la banca privada para canalizar recursos al agro mexicano.

Los resultados de esta combinación han sido en el caso de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) un crecimiento real de 20 por ciento en el financiamiento destinado al sector agroalimentario, el cual se ubicó en octubre cerca de los 30 mil millones de pesos. Se calcula que la cifra llegará a los 34 mil millones al finalizar 2003.

Francisco Meré Palafox, director de FIRA, es contundente al señalar que el modelo que la institución ha diseñado es para que la banca comercial “le entre” y “le hemos dado al clavo”, ya que la banca no participa porque el sector es riesgoso, pero con esquemas eficientes, bien diseñados y que atienden necesidades concretas, hemos logrado que “crezca brutalmente” el crédito de la banca y por ende el de nosotros.

De hecho, abunda, el crecimiento que está teniendo la banca comercial en este año es de 20 por ciento, esto porque el cierre de Banrural y el arranque de la operación de la Financiera Rural están haciendo que casi la única fuente de financiamiento sean FIRA y la banca comercial.

Entrevistado en el marco del seminario Certidumbre Financiera en un Mundo Volátil VI, convocado en la Bolsa Mexicana de Valores por Gamaa Derivados, Francisco Meré precisa que de cada diez pesos que otorga la banca al sector agropecuario, cuatro son de FIRA, que es el mayor proveedor de recursos al campo.

A partir de 1999 la institución ha tenido un crecimiento anual de 10 por ciento en términos reales, a pesar de que el resto de las instituciones financieras no ha crecido.

Los factores que influyen en este comportamiento positivo –explica Francisco Meré– son, desde el punto de vista macroeconómico, la reducción de las tasas de interés que hemos venido observando desde hace algunos años a la fecha, lo cual ha hecho que el crédito sea más atractivo, que la gente esté más dispuesta a financiar.

En FIRA lo que hicimos fue un “cambio dramático” completo de la institución orientándola a escuchar las necesidades del cliente, lo cual ha implicado hacer productos cada vez más flexibles, casi “trajes a la medida”, y diseñar productos innovadores como esquemas con tasas de interés fijas, que dan certidumbre al productor, y otros que atienden necesidades específicas, expone Meré Palafox.

Además, continúa, hicimos una reingeniería del programa de garantías, con lo cual compartimos de manera más eficiente con la banca el riesgo. En créditos donde se comparte el riesgo en caso de incumplimiento, FIRA paga al banco en 48 horas, lo que incrementa la seguridad para las instituciones financieras.

Los modelos de innovación financiera por medio de operaciones estructuradas y alianzas estratégicas nos han permitido financiar de manera rápida y eficiente a los productores, recalca el director de FIRA.

FIRA y Financiera Rural

Al cuestionársele sobre si entre FIRA y la Financiera existe duplicidad de funciones, Francisco Meré responde que la segunda tiene como mandato atender con financiamiento a los productores, particularmente a aquellos de bajos ingresos; nosotros apoyamos al financiamiento pero con una visión diferente del desarrollo del mercado financiero. “Lo que necesitamos es dar crédito, pero sobre todo construir un sistema financiero que de manera sostenible y de largo plazo pueda dar financiamiento al sector y que no gravite nada más sobre las finanzas públicas como en el caso de la Financiera.”

El reto, subraya, es cómo le hacemos para que todo el dinero que está en el mercado financiero, en los bancos nacionales y la gran oferta de recursos que hay en el extranjero, se canalice al campo mexicano.

Habrá financiamiento en dólares para el agro mexicano

Para 2004, FIRA establecerá un esquema de financiamiento en dólares para créditos de largo plazo en el agro mexicano, con tasas de interés por debajo de las que ofrece el gobierno federal, el cual no tendrá un techo de recursos determinado y podrá crecer hasta donde se necesite.

Una primera estimación es que en 2004 habrá una demanda de cerca de 300 millones de dólares para créditos con este instrumento financiero, los cuales se sumarán a los 300 millones de dólares que coloca la institución cada año, por lo que sumaría al menos 600 o 700 millones de dólares, informó Francisco Meré Palafox.

El financiamiento en dólares es un programa que FIRA comenzó hace tres años, el cual ha tenido muy buena aceptación, resalta el director del organismo, ya que se orientó a financiar dos segmentos de productores, los exportadores y aquellos cuyo producto está denominado en dólares, como es el caso del café, camarón, algunas hortalizas y algunos granos como sorgo o trigo, donde el precio doméstico está referenciado al precio internacional.

La filosofía de fondo es dar una opción de financiamiento con tasas de interés muy competitivas, similar a las que tienen los productores de otros países competidores. El director de FIRA aclara que el esquema es únicamente para aquellos productores que puedan soportar el riesgo cambiario, es decir, ya sea que generen dólares por exportaciones directas o que el precio de sus productos esté indexado al dólar.

En el caso del largo plazo y donde existe la posibilidad de financiar a productores, nuestra tasa de interés no ha sido muy competitiva, sin embargo, por medio de estos instrumentos derivados (cross currency swaps) lo que estamos logrando es conseguir recursos con tasas de interés muy accesibles en créditos para inversión en dólares.

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