Existen diversas amenazas que pueden afectar el desempeño de los negocios en general, desde los relacionados con la agricultura hasta los de alta tecnología, incrementando costos y generando incertidumbre en los factores que componen el precio de los productos y servicios que elaboramos y ofrecemos a nuestros clientes.
Por ejemplo, en la industria agrícola sería una gran ventaja para el productor poder fijar precios de venta de sus cosechas en las mejores condiciones de mercado, aun cuando apenas estén en proceso de desarrollo; del otro lado, en la agroindustria, reportaría grandes beneficios para quien utiliza la cosecha como materia prima poder comprarla en el momento más oportuno sin afectar sus inventarios y al mejor precio.
Las amenazas o factores de incertidumbre, como pueden ser establecer el precio de la materia prima, fijar tipos de cambio y tasas de interés son riegos que en el mundo globalizado de hoy se pueden transferir o eliminar de nuestra empresa por medio de coberturas.
Las coberturas permiten comprar o vender a futuro (tasas de interés, tipos de cambios, granos y otras materias primas) sin tener que pagar hoy; con sólo un anticipo como garantía, de entre 7 y 10 por ciento del valor del activo a cubrir, se puede conservar el capital de trabajo.
En nuestro país cada vez se extiende la cultura de la cobertura y crece el número de empresas que necesitan cubrirse para mejorar su competitividad, ya sea que se dediquen a importar, exportar o producir; sea el negocio agrícola, industrial o de alta tecnología, el conocer los costos y poderlos fijar les da certidumbre y eficiencia en la operación y ayuda a eliminar los riegos de estas variables.
Las compañías que no cubren sus riegos se vuelven empresas de especulación pasiva. Éstas dejan su seguridad a la suerte de un mejor precio o condición en el mercado futuro.
Las coberturas generan costos conocidos que se pueden trasladar al cliente.
En la actualidad muchas empresas generan una cobertura subiendo el precio del dólar cuando se trata de un producto de importación, sin embargo su competidor pudiera tomar una cobertura y ofrecer el mismo producto más barato fijando su margen, sin inflar también el tipo de cambio, siendo éste más competitivo y barato en el precio final al cliente.
Los instrumentos que utilizan los expertos hoy para realizar coberturas son: futuros, forwards y opciones.
Los futuros tienen su vencimiento y liquidación a un plazo mayor de 48 horas, sobre un activo determinado –maíz o trigo, entre otros– cuando son sobre mercancías. Cuando se trata de instrumentos financieros pueden ser sobre tasas, divisas, índices, etcétera. Sus principales características son que cotizan en bolsa y están estandarizados en su tamaño y vencimientos, la contaraparte del cliente es la cámara de compensación.
Los forwards están hechos a la medida de cada cliente, el tamaño y vencimiento se establecen de acuerdo con las necesidades del interesado, la contraparte del cliente es la institución que los emite.
Las opciones son como seguros, se pactan condiciones que cubran el riesgo del cliente y éste paga una prima, y a su vez obtiene el derecho de cobrar si las condiciones pactadas se dan, si no ocurre así el cliente no tiene que pagar más.
Al realizar una cobertura el especialista debe entregar al cliente un perfil de riesgo de la operación, es decir, nos debe quedar muy claro cómo funcionará la cobertura, cuánto podemos ganar o perder y si verdaderamente cubrirá nuestro riesgo.
En nuestra próxima colaboración mostraremos un ejemplo de cómo cubrir dólares y su perfil de riesgo.
