General

Hormonas de crecimiento

Las hormonas vegetales o fitohormonas son sustancias que existen en la naturaleza y permiten acelerar el crecimiento de las plantas, el proceso de floración y el desarrollo del fruto.

En México el empleo de fitohormonas es muy conocido en el sector agrícola, ya sea en la producción de hortalizas, frutas o vegetales. Sin embargo, a pesar de ser un mercado amplio y de grandes be-neficios económicos, hoy se abastece al 100 por ciento de las importaciones.

Frente a este escenario y como respuesta a las necesidades de los agricultores, científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se dieron a la tarea de producir un tipo de fitohormonas, conocidas como giberelinas, a partir de un hongo filamentoso, específicamente el AG3 (ácido giberélico).

Las hormonas giberelinas se utilizan en cultivos como cebada, uva y fresa, donde se puede producir hasta tres o cuatro veces al año, cuando normalmente es un cultivo de temporal.

El director de la Unidad Profesional Interdiscipli-naria de Biotecnología (UPIBI) del IPN, Enrique Durán Páramo, explicó a 2000 Agro que las plantas producen hormonas pero en pequeñas cantidades, mientras que los hongos filamentosos lo hacen en mayor cantidad.

Las fitohormonas producidas en la UPIBI –expone el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores– representan una alternativa viable para obtener plantas de buena calidad en menor tiempo y con frutos más grandes. Además, por ser origen natural pueden contribuir a sustituir los agroquímicos que se utilizan como estimulantes del crecimiento. Se puede aplicar en todos los cultivos, pero las concentraciones usadas difieren de planta en planta.

Una de las ventajas de este tipo de hormonas es que se utilizan en cantidades muy pequeñas para estimular sus efectos. Empero, hay que tener cuidado con las dosis aplicadas ya que si en algún momento se sobrepasa en concentración el efecto es reversible, es decir, se crean plantas enanas con frutos pequeños. Por lo que es importante conocer la porción que requiere cada especie y saber en qué etapa de su desarrollo se deben aplicar para obtener mejores resultados.

Las hormonas giberelinas se producen en polvo y la UPIBI ha logrado producirlas con un alto grado de pureza. Normalmente lo que hacen algunos productores es mezclarlas con otras sustancias que vienen en el medio de cultivo y dan mayor volumen con menos efectos; nosotros podemos dar mayores efectos con menor volumen, asegura Durán Páramo, quien coordina la investigación.

La forma de aplicación más común es que la hormona en polvo se mezcla con agua y se aplica en riego por aspersión.

Enrique Durán recalca que con este proceso de producción de giberelinas se pretende ocupar una parte del mercado nacional, que antes se abastecía del Reino Unido, India y en la actualidad de China, que produce muy barato.

Asegura que se puede producir a costo competitivo en relación con los chinos, ya que las hormonas desarrolladas en la UPIBI tienen mayor pureza, el efecto está más concentrado, por lo que “pensamos que nuestra producción podría ser más barata que como lo ofrecen los chinos”.

El apoyo del sector productivo

Enrique Durán subraya que el proyecto está disponible para aquellas empresas interesadas en la producción de fitohormonas a gran escala. “El Politécnico les ofrecería asesoría para generar la hormona vegetal y aplicarla en el campo.”

La obtención de este tipo de hormonas vegetales es económica, ya que se requieren materias primas de bajo costo; si se fabrican en grandes cantidades es posible abaratar los costos, y como consecuencia de ello, ponerlos al alcance de un mayor número
de agricultores, puntualiza.

El investigador anota que la UPIBI está abierta a que los productores apoyen este tipo de iniciativas, ya que el paso a otra escala involucra necesariamente el financiamiento y tenemos que probar las condiciones de laboratorio a mayor volumen.

Agrega que las empresas que se interesen pueden apoyar y hacer un proyecto conjunto con UPIBI. De hecho, una compañía que compra giberélico a los chinos se acercó para buscar opciones para suplir ese mercado. El beneficio puede ser mutuo.

Los posibles socios del centro de investigación podrían ser todos aquellos que utilizan grandes cantidades de fitohormonas. De hecho, se pueden hacer estudios con otro tipo de cepas.

El UPIBI mantiene colaboración con la Universidad Autónoma de Chihuahua, la Universidad de Sonora o la Universidad Autónoma Chapingo.

Hormona AG3

Este tipo se giberelinas se descubrió en Japón en el cultivo del arroz, al observarse que el hongo estaba asociado de forma simbiótica con el arroz. Aquellas plantas contaminadas eran muy pequeñas debido a la sobreproducción de hormonas, lo que crea un efecto inverso.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO