Un Project Finance es un mecanismo diseñado para financiar proyectos a largo plazo en los que los riesgos están divididos entre los sectores público y privado. Se trata de un mecanismo contractual en el que la gestión y el financiamiento de los proyectos queda en manos del sector privado.
En el sector energético, por ejemplo, la iniciativa privada participa creando la infraestructura, generando y transmitiendo electricidad, la cual vende a la Comisión Federal de Electricidad y ésta la ofrece a todos los mexicanos en su calidad de usuarios.
Un Project Finance se puede echar a andar en sectores como el de comunicaciones y transportes (carreteras, ferrocarriles, sistema de transporte urbano o aeropuertos).
Asimismo, el esquema también puede manejarse en educación (escuelas), en el sector salud (hospitales), en el sistema penitenciario (cárceles), así como en instalaciones y construcciones del gobierno.
Para el sector público, las ventajas de la participación en estos esquemas consisten en la transferencia de responsabilidades a la iniciativa privada, en una reducción de la presión sobre las finanzas públicas, mayor acceso y disponibilidad de financiamiento hacia el sector privado a largo plazo, mayor acceso al know how de la iniciativa privada y, finalmente, los riesgos del proyecto pueden separarse y estudiarse con más profundidad.
Las ventajas para la iniciativa privada consisten en tener una oportunidad para mejorar ingresos sobre la infraestructura construida y los servicios públicos ofrecidos, bajo una estructura contractual que controla los riesgos; obtener financiamiento de un proyecto a largo plazo, los flujos de caja son la fuente del reembolso de la deuda/retorno sobre el capital que financia el proyecto, aunque también puede haber apoyo financiero del sector público, en tanto que el análisis del proyecto está basado en un modelo financiero que pronostica los flujos de caja a largo plazo.
Las fuentes de financiamiento pueden ser entidades bancarias multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y los bancos comerciales.
