Desarrollo Urbano

El cielo si existe en Tamaulipas

La Reserva de la Biosfera El Cielo, en Tamaulipas, constituye una de las principales áreas naturales protegidas del país caracterizada por una presencia biótica considerable y de ecosistemas pocos perturbados difíciles de encontrar en regiones vecinas.

El Cielo presenta una elevada heterogeneidad ambiental, expresada con una alta diversidad climática, edáfica, geoló-gica y biológica. Su ubicación en la Sierra Madre Oriental y su cercanía al trópico de cáncer producen un paisaje con múltiples condiciones ambientales y biológicas.

La Sierra Madre Oriental produce un paisaje accidentado con sierras y cañadas que dan como resultado cambios bruscos de altura en distancias cortas. Es una zona de transición donde la fauna, flora y climas tropicales se tocan y ceden ante los ambientes templados.

A lo largo de la región se presenta una gradiente de vegetación que va de los ambientes tropicales a los templados y finalmente a los xericos en sólo 21 kilómetros en línea recta.

La transición de un tipo de vege-tación a otra es admirable aun para quienes no son botánicos o biólogos. Como resultado de la vegetación ricamente diversificada que cubre la región, la fauna refleja también una gran variedad.

Consecuencia de la mezcla de especies neoártica y neotropicales se encuentran 92 especies de mamíferos, 430 especies de aves, 25 de anfibios y 60 de reptiles, 734 especies de plantas vasculares.

El extraordinario paisaje y su difícil acceso, han hecho de esta reserva un lugar de gran atractivo tanto para la comunidad científica representada por diversas instituciones nacionales e internacionales que trabajan y desarrollan proyectos de conservación en el lugar, así como en el campo del ecoturismo.

Por su gran diversidad biológica, climática y geoló-gica, en El Cielo se pueden encontrar especies endémicas de plantas y animales así como selvas, bosque de pino, bosque de niebla, semidesierto, cuevas, ríos, montaña y muchas otras características que hacen único este lugar.

Comunidades y bosques

En esta reserva de la biosfera existen un total de siete comunidades agrupadas en 246 familias que dan un aproximado de 1,850 habitantes.

Antes del decreto de reserva de la biosfera, las comunidades de esta zona dependían económicamente de la explotación forestal principalmente de especies de pino-encino.

Entre los cambios inducidos por la protección de esta zona destaca que en el municipio de Gómez Farías, que ha sido considerado como área de estudio piloto en diversos proyectos tanto de investigación como productivos, por constituir el 90 por ciento de la población de la reserva, hoy los pobladores se dedican a la agricultura de subsistencia, a la producción de plantas ornamentales y en fechas recientes a proyectos de ecoturismo o prestación de servicios para los visitantes.

Este municipio presenta un gradiente altitudinal conformado por varios tipos de vegetación y fauna, ofreciendo con ello una gran diversidad de opciones en trabajos de investigación científica para el conocimiento y manejo de los recursos naturales.

El ejido Altas Cimas, en donde predomina el bosque tropical subcaducifolio y el bosque mesófilo de montaña, es una comunidad hoy dedicada a actividades productivas basadas en la conservación de sus bosques.

Vías de comunicación

Las vías de acceso son: por el lado oeste, la carretera federal número 101 que pasa por Tula y Jaumave; por el este, la carretera federal número 85 en el tramo de Ciudad Mante a Llera; por brechas, en la parte noreste, desde Llera al occidente, al ejido de San Ramón, rancho El Naranjo y finalmente al rancho El Texanito y de ahí por camino de herradura al rancho Las Adjuntas.

Otra brecha parte de Llera hacia el occidente, hasta llegar a Felipe Ángeles. Desde la carretera Ocampo-Ciudad Mante, en la parte sur de la reserva, desde El Chamal Viejo, existe una brecha hacia el norte que llega al ejido Coahuila y a Las Barrancas.

De El Chamal Nuevo, hoy Adolfo López Mateos, hay una brecha que llega al ejido Manantiales pasando por Rancho Nuevo y Lorenzo Vargas. La porción occidental de la reserva, hacia el sur de Jaumave, se comunica por una brecha que pasa por los ejidos y ranchos San Lorencito, Padrón y Juárez, hasta llegar a Nicolás Bravo.

La biodiversidad

Mamíferos:

• jaguar (Panthera onca)
• tigrillo (Leopardus wiedii)
• puma (Puma concolor)
• onza (Herpailurus yaguaroundi)
• coyote (Canis latrans)
• oso negro (Ursus americanus)
• zorrillo (Mephitis macroura)
• mapache (Procyon lotor)
• tlacuaches (Didelphis marsupialis)
• venado cola blanca (Odocoidelus virginianus)
• temazate (Mazama americana)
• jabalí (Tayassu tajacu)

Aves:

• hocofaisan (Crax rubra)
• trogón (Trogon mexicanus)

Anfibios y reptiles:

• nauyaca (Brothrops atrox)
• víbora de cascabel (Crotalus sp)

Flora:

• ramon (Brosimum alicastrum)
• chaca (Busera simaruba)
• orejón (Enterolobium cyclocarpum)
• cedro rojo (Cedrela adorata)
• aguacatillo (Nectandra salicifolia)
• mahuira (Phoebe tampicensis)
• alamillo (Liquidámbar styraciflua)
• acer (Acer skutchii)
• encinos (Quercus germana, Quercus affinis)
• magnolia (Magnolia tamaulipana)
• nogal encarcelado (Carya ovata)
• pinos (Pinus patula, Pinus pseudostrobus)
• nuphar luteum (Montezumae)
• orquídea calavera de perro (Stanhopea tigrina)

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