Los estudios de toxicología ambiental desarrollados por científicos mexicanos han permitido identificar certeramente fuentes de contaminación en México y otros países, debido al avance que se tiene en la materia en nuestro país.
Ejemplo de esto es la técnica desarrollada por el geofísico mexicano Joaquín Ruiz, decano del Colegio de Ciencia de la Universidad de Arizona, quien ha realizado estudios con árboles para determinar los niveles y fuentes de contaminación del medio ambiente en el pasado.
Esta técnica, que consiste en el estudio de los anillos de los árboles, puede arrojar datos sobre las principales fuentes de contaminación en el ambiente año con año, es decir, se estudian las sustancias impregnadas en cada anillo del árbol.
Apoyados por esta técnica, científicos de Arizona descubrieron que varios metales pesados estaban contaminando las aguas de un río utilizado para el consumo humano del pueblo Sierra Vista. Los estudios de toxicología determinaron que una de las tres minas cercanas al río era la causante de la contaminación el agua.
El doctor Ruiz indicó que los estudios de toxicología ambiental permiten localizar con exactitud las fuentes de contaminación de cualquier área, principalmente en lugares en donde hay gran actividad minera o industrial.
Explicó que metales como el plomo ya no se encuentran en grandes concentraciones en el aire, sino más frecuentemente en suelos y agua, producto de la contaminación de la actividad minera.
Cuando en un niño se detectan altos niveles de plomo, se procede a determinar de dónde proviene ese plomo, para poder atacar el problema de la contaminación y que no siga teniendo efectos en la salud de una comunidad.
La toxicología ambiental, explicó el científico mexicano, se encarga de estudiar cualquier producto tóxico para la salud humana. Está ciencia ha descubierto que la utilización de algunos productos de uso diario como el benceno y el tetracloruro de carbono, que eran algunas de las sustancias utilizadas en tintorerías, eran causantes de cáncer.
México, asentó, todavía tiene problemas de plomo pero ya no en su aire como hace años, sino en sitios específicos relacionados con la actividad industrial. Ciudades mineras como Taxco, Pachuca, Torreón, donde las aguas están contaminadas por plomo, pero no se ha determinado de dónde proviene esta contaminación.
Hay elementos como el arsénico que son nocivos para la salud, pero no hay estudios que expliquen con exactitud cuáles son los daños que causan en el ser humano, y hacia estas áreas se enfoca la investigación de esta rama de la ciencia.
Por medio de estas investigaciones se puede explicar cómo se contaminó un medio ambiente y cuál fue la fuente o las fuentes de contaminación.
El científico asentó que en el futuro los estudios toxicológicos van a tener una mayor relevancia en la medida que la sociedad se está sensibilizando cada vez más de la importancia de conocer e identificar fuentes de contaminación.
El contacto con los contaminantes
Las personas están expuestas a las sustancias tóxicas por diferentes vías, pero las principales son el contacto con la piel o los ojos, ingesta e inhalación.
Generalmente, el primer punto de contacto entre el cuerpo humano y los contaminantes tóxicos del aire es la piel. Sin embargo, a diferencia de las vías respiratorias y el aparato digestivo, ésta no está diseñada para la absorción.
De los miles de potenciales contaminantes tóxicos del aire, sólo pocos tienen las características químicas necesarias para ser absorbidos fácilmente por la piel.
Aunque los ojos son sólo una vía menor de exposición, deben ser mencionados. Debido a que poseen muchos vasos sanguíneos diminutos cerca de la superficie y a que carecen de una capa exterior gruesa, absorben las sustancias más fácilmente que la piel.
Las sustancias transportadas por el aire que entran a las vías respiratorias por la boca o la nariz pueden ser retenidas en la capa protectora de la mucosa, transportadas a la faringe e ingeridas.
La inhalación por los pulmones es la vía que supone más problemas en lo que a contaminantes tóxicos del aire se refiere. La mayoría de las sustancias que se encuentran en los pulmones tienen acceso fácil a la circulación por el cuerpo y pueden llegar prácticamente a cualquier punto de éste.
