La tierra cuenta con mecanismos que autorregulan los efectos de aquellos males que la afectan; entre ellos, la contaminación. En nuestras manos tenemos únicamente el poder colaborar de una manera natural para darle solución a estos problemas.
En 1983, la empresa Química Foliar ideó la fabricación de un compuesto orgánico de extracción vegetal presente en la naturaleza llamado ácido fúlvico, que tiene la característica de proporcionar el medio adecuado para la flora microbiana del suelo (ambiente que se ha visto afectado por los efectos nocivos de los diferentes plaguicidas).
Pruebas realizadas en el Centro de Control Agroindustrial, muestran cómo se favorece la reproducción de los microorganismos presentes en el suelo hasta por dos mil veces, lo que ocurrió en tan sólo dos semanas después de agregar 50 ppm de ácido fúlvico.
Esta importante reacción tiene como consecuencia la disminución del efecto residual de los contaminantes, entre ellos los causados por agroquímicos y para lo cual Química Foliar tuvimos la oportunidad de valorar exitosamente dicha propiedad.
En 1995 un agricultor de Ciudad Obregón, Sonora, aplicó por error un herbicida preemergente a base de trifluoralin, en plantas de melón de 15 centímetros de altura, lo cual causó daños tan graves al cultivo que tomó la decisión de pasar la rastra. Por fortuna, antes de esto, nos permitió realizar una aplicación al follaje y al suelo de una solución de ácido fúlvico, y ocho días después se pudo confirmar el efecto detoxificante que ayudó a rescatar la cosecha.
En la actualidad este producto es aplicado en más de 20 mil hectáreas en la República Mexicana y también se exporta a otros países, principalmente a Estados Unidos, Reino Unido y Tailandia.
En la búsqueda continua de sustancias naturales, en pro de la salud, la empresa desarrolló otro compuesto llamado ácido aminopolisacárido (APS), para uso pecuario, el cual demostró sus efectos positivos en ganado vacuno, cerdos, aves y camarones, donde se confirma además mayor cantidad y calidad en cuanto al producto.
Estudios realizados en CyTa Labs por el doctor Pablo Hernández Jáuregui, especialista en virología y con estudios en Suecia, evidencian resultados positivos para considerar a APS como un producto antiviral efectivo contra cinco de los principales virus que afectan al ganado vacuno y porcino, como son BVD (diarrea viral bovina), RSV (virus sinsicial respiratorio), PI3 (parainfluenza), IBR (rhinotraqueítis infecciosa de los bovinos) y rubulavirus porcino.
Con el conocimiento de que las familias de estos virus son herpesviridae y paramixoviridae y afectan tanto a los animales como al hombre, el doctor Urbina procedió a evaluar el efecto de otra sustancia natural desarrollada por él, llamada ácido carboxiaminosacárido (CAS) para uso de medicina humana.
Una prueba no científica realizada con esta sustancia en Arturo Torres, quien fue infectado con hepatitis C, demuestra que existen indicios interesantes para disminuir el daño causado por este virus, sin efectos secundarios para el paciente. Esta prueba inicial y la disminución del efecto citopático causado en el hígado por el virus de la hepatitis C, nos estimulan para continuar con las investigaciones necesarias en beneficio de la humanidad.
