En la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del Coahuila, se puede ver cómo los residuos peligrosos biológico-infecciosos, como la sangre, son vertidos al drenaje, pero antes se encharcan junto a la basura común que va al relleno sanitario.
Se observó que la sangre era sacada con rastrillo del almacén de residuos biológicos, llegaba a una parte del estacionamiento y luego conducida, por gravedad y con escoba, a través de la banqueta de un pasillo rumbo a un resumidero.
La sangre era barrida del piso del almacén, donde permanecía una bolsa amarilla, que identifica que en su interior hay muestras patológicas que deben estar en un refrigerador.
Armando Salazar García, jefe de Servicios Generales de la Clínica 1, dijo que no había problema con la sangre, pues no es que estuviera desde siempre en el suelo sino que había escurrido, probablemente, de bolsas que contenían tejidos como placentas, entre otros desechos.
Esas bolsas, explicó, recién habían sido retiradas por el personal especializado de una empresa que incinera y dispone finalmente los residuos.
Durante la mañana del domingo se vio que antes de correr hacia el resumidero, la sangre se encharcó entre bolsas reventadas de basura común y alrededor de toneles que contenían botes de PET y vidrio, destinados al reciclaje.
El almacén de residuos peligrosos biológico-infecciosos está entre las áreas de hospitalización y maternidad, desde donde incluso es visible; está rodeado también por la zona donde se ubican las calderas. Por ahí pasaba la sangre al resumidero.
El jefe de Servicios Generales del hospital aseguró que el personal que trabaja en el área de residuos peligrosos biológico-infecciosos usa ropa especial.
Pero se observó que la persona que trabajaba en el almacén traía pantalón de mezclilla, mocasines, ya humedecidos, camisa de manga corta, guantes, pero no mascarilla, a pesar de los olores que se percibían.
La Norma Oficial Mexicana-052 establece:
• Los residuos peligrosos biológico-infecciosos deberán ser tratados por métodos físicos o químicos.
• Los métodos de tratamiento serán autorizados por la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca.
• Deberán volver irreconocibles a los residuos biológico-infecciosos.
Fuente: Reforma
