Contaminación

Área natural contaminada

El basurero municipal de Tultitlán, en el Estado de México, opera violando las más elementales normas en el manejo de los desechos que generan los habitantes de esta localidad.

El tiradero, que recientemente fue clausurado por autoridades de Ecología estatal y reabierto por presiones de los recolectores de basura, ocupa una extensión de 12 hectáreas, parte de las cuales se encuentran dentro del área natural protegida de la Sierra de Guadalupe.

La Secretaría de Ecología estatal dio en septiembre pasado un plazo de cinco meses al ayuntamiento para llevar a cabo el saneamiento del tiradero municipal, el cual hasta el momento sólo consiste en cubrir con tierra parte del basurero.

A su vez, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México aseguró que el tiradero contamina severamente la reserva ecológica Sierra de Guadalupe, en donde se localiza, sobre todo los mantos freáticos, ya que corrientes de agua cristalina se mezclan con los lixiviados del basurero.

Además, ejidatarios de este municipio denunciaron irregularidades en la cesión del predio donde se localiza el actual tiradero municipal a cielo abierto, por lo que exigen el pago del terreno o que sea expropiado, además de que piden el saneamiento del lugar.

Por si fuera poco, Javier Becerra Navarro, habitante de la colonia Ampliación Sierra de Guadalupe, refirió que su domicilio se ubica junto a una barranca que cruza su comunidad, en la cual desembocan los lixiviados del tiradero, lo que afecta a los colonos, ya que los niños enferman constantemente de la piel.

Al respecto, Marisela Solís Palacios, de la colonia Solidaridad tercera sección, dijo que la citada barranca se ubica cerca de las escuelas primaria «Gabriela Mistral» y el preescolar «Isadora Duncan», lo que perjudica a los menores.

«Por las mañanas y en las madrugadas el olor es insoportable. Además de que ahorita los camiones pasan por nuestras calles y levantan mucho polvo, sin que el gobierno municipal intervenga para solucionar el problema», puntualizó.

Jaime Calzada Uribe y Salvador Calzada Flores, del ejido Tultitlán y sus Barrios, explicaron que el 14 de noviembre de 2001 el gobierno municipal, entonces encabezado por el alcalde-actor José Antonio Ríos Granados, y representantes del comisariado ejidal firmaron un convenio de cesión de 2.9 hectáreas de tierras comunales, localizadas en la Sierra de Guadalupe, ocupadas por el tiradero municipal.

Detallaron que el basurero fue abierto en 1979 y hasta 1996 el gobierno de Tultitlán pagó una renta de 15 mil pesos mensuales, aunque a partir de esa fecha las autoridades locales dejaron de pagar dicho arrendamiento, por lo que adeudan a los ejidatarios un millón 700 mil pesos, por ocho años ocho meses de uso.

Indicaron que, debido a ello, en el año 2005 un grupo de ejidatarios inició una demanda ante el Tribunal Unitario Agrario del Décimo Distrito, con sede en Naucalpan, en donde pidieron que sea revisada la cesión de los citados terrenos y que éstos sean resarcidos a sus legítimos propietarios, toda vez que se trata de tierras comunales, o en su caso que sean expropiados y se pague la indemnización correspondiente.

Fuente: El Universal

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