La falta de sitios adecuados para confinar desechos peligrosos ha provocado que 55 por ciento de los ocho millones de toneladas de tóxicos que se generan al año en el país se queden en terrenos baldíos, barrancas y en tiraderos municipales, aseguró Mario Herrera Moro, presidente del Colegio de Ingenieros Geólogos de México.
Herrera Moro señaló que la zona conurbada del Valle de México «es un desastre ecológico», pues a pesar de que en ella se generan más de 10 mil toneladas de basura doméstica al día, sólo hay un relleno sanitario, el de Tlalnepantla, y el resto son montañas de desperdicios que carecen de infraestructura para la captura de lixiviados —jugos tóxicos que generan los desechos— que impida la contaminación de los mantos acuíferos, entre muchos otros requisitos que marca la Norma Oficial Mexicana.
Frecuentemente, en basureros municipales como los de Neza Bordo, Tultitlán, Ecatepec y Naucalpan, se depositan desechos peligrosos, como plomos, hidrocarburos cancerígenos y basura hospitalaria, como residuos biológico infecciosos, jeringas usadas y gasas, indicaron.
El especialista señaló que aun cuando en los basureros municipales del Estado de México se tiene un informe preciso de los camiones que ingresan a los tiraderos, no hay una revisión especializada y puntual de las descargas, por lo que en los tiraderos se pueden encontrar incluso animales muertos y desperdicios de rastros.
Fuente: El Universal
