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La entrevista – Liesbeth von Tongeren, Directora de Greenpeace en Países Bajos

La entrevista

liesbeth-von-Tongeren-colaboracionLiesbeth von Tongeren es directora de Greenpeace en Países Bajos. Platicó con Teorema Ambiental sobre la manera en que se han ido desarrollando las negociaciones de reducción de emisiones en Europa a tan sólo unos meses de que se desarrolle la COP15 con sede en la ciudad de Copenhague, Dinamarca. He aquí algo de lo que dijo durante su reciente visita a México.

¿Qué podemos esperar para Copenhague?
La campaña de Greenpeace está basada en datos científicos y en la manera en que debemos reducir nuestras emisiones de bióxido de carbono (CO2). Técnicamente, esto es posible, hay varias innovaciones tecnológicas para hacer más eficiente el consumo de energía en los hogares o en el transporte, además del uso de energías alternas como la solar. También existen nuevos instrumentos que han permitido cambiar la forma de hacer negocios en algunas empresas, lo cual mejora la situación de emisiones dentro de la industria. En Greenpeace creemos que se necesita una ambición mayor en estos puntos. Hace falta mayor cooperación entre los países. Los países desarrollados deben demostrar que se pueden materializar estos cambios y también deben ayudar a otros países más pobres a que puedan lograrlo. Un ejemplo, sería transformar una compañía petrolera en una empresa orientada a la generación de energía limpia, acorde a como se va presentando el panorama actual. La Unión Europea plantea que para 2040 la mitad de su consumo energético provendrá de fuentes limpias, pero para poder alcanzar esa meta hay que empezar a trabajar cuanto antes. Los gobiernos deben de seguir invirtiendo en investigación científica, pero también utilizar la tecnología que ya está disponible. Por eso hemos estado presionando para que en Copenhague se logren concretar metas más ambiciosas.

¿Las metas planteadas hasta ahora son suficientes para detener el cambio climático?
Originalmente sí. Las posturas de la Unión Europea están basadas en información oficial del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Los objetivos no están tan mal, tomando en cuenta la actual crisis económica, pero es importante que no sólo se pongan metas altas, sino que se cumplan. Lo que Estados Unidos y la Unión Europea están haciendo es ganar, ganar, ganar para hacer una dieta energética durante los últimos diez años y poder cumplir con las metas para 2050. Si queremos mantener el cambio climático por debajo de los dos grados centígrados y evitar grandes desastres, debemos empezar a realizar los cambios hoy. Si no hacemos nada, el problema seguirá creciendo.

¿Cómo percibe las posiciones de China y EU como los dos grandes actores de Copenhague?

Creo que China tiene una postura acorde a la realidad. Las emisiones de un ciudadano chino son cinco veces menos que un estadounidense promedio. Imaginemos que los países desarrollados están comiendo en un restaurante. Posteriormente, los países en desarrollo se sientan a la misma mesa al momento del postre y todos piden lo mismo. Al llegar la cuenta, los países desarrollados esperan que los demás países paguen por toda la comida que consumieron desde el inicio, y eso no es justo. No podemos pedirle a China actuar igual que Estados Unidos o Europa Occidental. Los chinos, por ejemplo, tienen políticas para controlar el crecimiento de la población, algo que no ocurre en varios países de Europa, donde el gobierno te paga por tener hijos. Creo que China está haciendo grandes esfuerzos acorde a sus posibilidades y que tanto Europa como Estados Unidos deberían de ayudar a que los países en desarrollo puedan afrontar estas transformaciones antes que cuestionar su nivel de compromiso. Lo mismo ocurre en materia forestal, ya que países como México necesitan instrumentos de financiamiento lo suficientemente sólidos que les permitan conservar sus bosques y el desarrollo de las comunidades indígenas de cada sitio.

En Copenhague ni siquiera se va a tocar el tema de los patrones de consumo, a pesar de que muchos especialistas creen que aquí está el trasfondo del cambio climático, al igual que la manera en que funciona el sistema económico y su incompatibilidad con el medio ambiente. ¿Qué hacer para poner este tema sobre la mesa de discusión internacional?
No podemos hacer eso. No podemos resolver todos los problemas en una sola reunión. En Copenhague lo mejor que podemos obtener son buenos acuerdos en mitigación, en materia forestal y transferencia tecnológica. Si conseguimos eso, se habrá dado un buen paso. La única manera de cambiar las grandes diferencias que mencionas es a través de la cultura en la que vivimos, donde tener el dinero suficiente para comprar un Ferrari es sinónimo de felicidad, cuando no tendría que ser así, ya que la felicidad está también en las pequeñas cosas. Copenhague no va a poder resolver todo en una sola reunión.

¿Qué podemos esperar de países como Japón o Rusia que se han mostrado un poco renuentes a fijar metas específicas en cuanto a reducción de emisiones?
Creo que todavía existe la esperanza de construir un acuerdo general. La crisis les ha pegado fuerte a estos países, pero creemos que a pesar de las dificultades, todos deben participar de acuerdo a sus posibilidades. Lo que ha hecho la campaña mundial de Greenpeace es precisamente motivar a que los países hagan más por resolver el problema del cambio climático pero siempre conforme a sus limitaciones. Tenemos que unir esfuerzos.

¿Cree que los intereses específicos de determinados países puedan interferir en la transferencia tecnológica que se ha venido planteando?
Creo que poco a poco se ha ido tomando conciencia de que todos tenemos que tomar medidas para combatir el cambio climático. Eventos de gran trascendencia como el huracán Katrina pusieron en evidencia lo vulnerable que cualquier país del mundo es ante estos fenómenos. Por eso, tenemos que organizarnos para que la transferencia tecnológica se dé lo más rápido posible. De cualquier modo, se puede seguir haciendo mucho dinero mediante proyectos verdes de otro tipo. Hay que fomentar un tipo de economía que no destruya al planeta.

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