Ciencia y tecnología

Sistemas israelíes aprovechan la última gota

TEL AVIV, Israel.–– Esta tierra da una utilización máxima a sus recursos hídricos, debido a que la mayor parte de su territorio es árido y semiárido. La búsqueda de nuevas tecnologías que ayuden a superar las limitaciones de agua es una política constante para los israelíes.

Existe una variedad de regiones climáticas dentro del país, que se caracteriza por enormes diferencias de pluviometría y así, por ejemplo, el promedio anual de lluvia en el norte del país fluctúa entre 700-800 mm, mientras que en el centro es de 400-600 y en el sur sólo llega a 25.

El sector agrícola de Israel consume anualmente cerca de 1,200 millones de metros cúbicos de agua, de los cuales 900 millones son agua potable. El resto del agua proviene del reciclaje, agua salobre o pozos salinos.

Uno de los grandes logros de la política de uso de agua de Israel consiste en que la producción agrícola ha aumentado 12 veces desde que el Estado fue establecido después de la Segunda Guerra Mundial, mientras que el consumo de agua por hectárea ha permanecido constante.

El éxito se debe a que la Comisión de Agua asigna anualmente 70 por ciento de la cuota de agua a los agricultores y luego determina la asignación del resto de acuerdo con la cantidad de precipitación. Además, el agricultor paga según el porcentaje de agua asignada que utiliza. La primera mitad de cada cuota de agua usada es menos costosa que la segunda mitad.

Frente a la escasez de recursos hídricos, las autoridades desarrollan varias soluciones, como la adopción de riego por presión, método que ha reducido el consumo de agua por unidad de tierra entre 50 a 70 por ciento y se usa en todas las áreas bajo riego. Otra alternativa de ahorro de agua es el uso de agua reciclada.

Aproximadamente, unos 230 millones de metros cúbicos de aguas tratadas se utilizan en la agricultura y esta cantidad tiende a aumentar. La Comisión de Agua estima que para el año 2010, un tercio de todo el líquido que se utiliza en la agricultura será reciclado. La política gubernamental es más clara que el agua: reducir la cantidad de agua potable que se asigna a la agricultura.

Desarrollo de embalses

La política oficial de explotar las precipitaciones al máximo se refleja en el continuo desarrollo de embalses. En Israel existe una vasta experiencia en el uso adecuado del agua y este legado produce una gama de nuevos desarrollos tecnológicos que además de utilizarse internamente, se exportan de manera exitosa.

Por ejemplo, los fabricantes de sistemas de riego por goteo introducen de 5 a 10 productos nuevos al año. La principal característica de estos productos es que los fabricantes los adaptan a las necesidades específicas de los usuarios.

El comprador, principalmente extranjero, aporta datos sobre el cultivo y la topografía del terreno y éste recibe asesoría profesional sobre los requisitos de agua, la selección de filtros adecuados para el tipo de agua que utiliza, recomendaciones sobre fertilizantes apropiados para prevenir la acumulación de residuos u obstrucciones y toda la información adicional que sea necesaria.

El riego por goteo suministra de 1 a 8 litros de agua por hora y su índice de eficiencia de 95 por ciento hace que el sistema sea muy adecuado para el cultivo intensivo. El fertirriego, que combina el riego con la fertilización, se emplea en el 80 por ciento del área bajo riego. Antes de utilizar el agua reciclada en los sistemas de riego, los israelíes recomiendan filtrarla y darle un tratamiento que minimice el peligro de taponamiento de los goteros.

Israel ha desarrollado varios tipos de goteros: goteros de línea, goteros autocompensados y goteros integrados extruidos en la pared de los laterales. El riego por microaspersión permite regar cada árbol de manera individual con su propio emisor. También existe una serie de accesorios diseñados para uso en plantaciones frutales e invernaderos.

La descarga de los microaspersores oscila entre 20 y 300 litros por hora, mientras que la eficiencia del sistema puede alcanzar varios valores de hasta 85 o 90 por ciento.

En el riego por aspersión, se humedece el área de riego en su totalidad y los aspersores alcanzan una eficiencia de 70 a 80 por ciento, en comparación con el riego abierto que sólo llega a 40 por ciento.

Sistemas computarizados

Todos los métodos de riego por presión pueden ser operados por sistemas computarizados, ello permite operar el sistema en tiempo real y programar una serie de operaciones tales como monitoreo, operación continua durante muchas horas al día, precisión, confiabilidad y economía de mano de obra.

El sistema se cierra automáticamente cuando registra un desvío en los volúmenes preestablecidos de agua o fertilizante. El sistema computarizado también permite que el operador fije de manera anticipada los intervalos de fertirriego más adecuados.

Existen diferentes tipos de sensores, como son los tensiómetros y otros, que permiten fijar el intervalo y la lámina de riego y fertilización.

Estos sensores se entierran en el suelo y suministran información directamente a la computadora, sobre los niveles de humedad a su alrededor. Otro tipo de sensor determina los intervalos y lámina de riego según los cambios de diámetro en el tallo o en el fruto. Este dispositivo se conecta directamente a la computadora y permite la operación automática de los sistemas de riego según los requisitos.

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