Ciencia y tecnología

Invernaderos, alta rentabilidad

La construcción de invernaderos tiene cada vez mayor penetración en todo el mundo, esto genera un aumento de superficies agrícolas destinadas a este tipo de producción y se considera que en el futuro, la mayor parte de las hortalizas y flores se producirán bajo cubierta.

Un invernadero es toda aquella estructura cerrada cubierta por materiales transparentes, dentro de la cual es posible obtener condiciones artificiales de microclima, y con ello cultivar plantas fuera de estación en condiciones óptimas.

En los últimos años ha habido gran avance tecnológico, pero los fundamentos más importantes de este tipo de construcción son, entre otros: localización, orientación, condiciones específicas, materiales constructivos (estructura y cubierta), tipos de estructuras, ventanas, puertas, sujeción del plástico, etcétera.

Por otra parte, el desarrollo tecnológico de los plásticos y polietilenos, ejercen nuevas aplicaciones en los invernaderos, su empleo ha revolucionado las actividades económicas en las regiones más desérticas y septentrionales del mundo, como es el caso de Almería, España.

Los invernaderos se pueden clasificar de distintas formas, según determinadas características de sus elementos constructivos (por su perfil externo, según su fijación o movilidad, por el material de cubierta, según el material de la estructura, etcétera) pero en realidad todos cumplen con la misma función.

En México, el invernadero es siempre una inversión rentable, tiene como desventaja su alto costo inicial pero se controlan más las plagas, ahorran agua y cuesta menos producir, se calcula que en 6 o 7 años se recupera el costo inicial y las ganancias son altas, además de que el monto de la inversión se amortiza.

El uso de invernaderos en México está muy extendido. Dependiendo del mercado y del tipo de fruto o flor, los principales estados y regiones que lo utilizan son: Sinaloa, Baja California, el Bajío, centro y sur del país, aunque en lugares calientes requiere de otro tipo de estructura llamado cubierto malla sombra. Los invernaderos pueden establecerse prácticamente donde sea, puesto que se han diseñado hasta enriquecimientos de suelo.

Los productos que más se producen bajo condiciones del invernadero en México son el jitomate cereza, el tomate, el pepino europeo, el pimiento dulce y las berenjenas. El costo aproximado de un invernadero en México va de los 160 a los 240 pesos el metro cuadrado y hay algunos planes de empresas que venden el material y asesoran la autocostrucción hecha por los agricultores.

La elección de un tipo de invernadero está en función de una serie de factores o aspectos técnicos:

• Tipo de suelo. Se deben elegir suelos con buen drenaje y de alta calidad aunque con los sistemas modernos de fertirriego es posible utilizar suelos pobres con buen drenaje o sustratos artificiales.

• Topografía. Son preferibles lugares con pequeña pendiente orientados de norte a sur.

• Vientos. Se tomarán en cuenta la dirección, intensidad y velocidad de los vientos dominantes.

• Exigencias bioclimáticas de la especie en cultivo.

• Características climáticas de la zona o del área geográfica donde vaya a construirse el invernadero.

• Disponibilidad de mano de obra (factor humano).

• Imperativos económicos locales (mercado y comercialización).

Además se requiere conocer datos específicos de gran utilidad como la altura sobre el nivel del mar, temperatura máxima, temperatura mínima, tamaño del predio (en metros cuadrados), velocidad máxima del viento y porcentaje de pendiente.

La modernización de las estructuras de invernaderos, está siendo un factor fundamental en la agricultura actual en estos últimos años. Antes se hacían invernaderos de parral de poca altura y se utilizaban materiales poco resistentes y poco duraderos. Las estructuras han evolucionado muchísimo, desde los invernaderos planos, los de raspa y amagado, así como los modernos invernaderos multitúnel.

Pero, ¿qué se pide a una estructura de invernadero en México hoy en día?

La estructura del invernadero es uno de los elementos constructivos que mejor se debe estudiar, desde el punto de vista de la solidez y de la economía, a la hora de definirse por un determinado tipo de invernadero.

Los materiales más utilizados en la construcción de las estructuras de los invernaderos son madera, hierro, aluminio, alambre galvanizado y hormigón armado. Es difícil encontrar un tipo de estructura que utilice solamente una clase de material ya que lo común es emplear distintos componentes.

En las estructuras de los invernaderos que se construyen en la actualidad se combinan los materiales siguientes: madera y alambre; madera, hierro y alambre; hierro y madera; hierro, alambre y madera; hormigón y madera; hormigón y hierro; hormigón, hierro, alambre y madera.

En primer lugar deben almacenar gran cantidad de volumen de aire, para que las oscilaciones de temperatura entre el día y la noche en los cultivos, sean menores, por esta razón las estructuras modernas son de gran altura. Además hace que las temperaturas en verano sean mucho más bajas y las temperaturas en invierno más elevadas.

Deben ser herméticos, para disminuir la incidencia de plagas y enfermedades, disminuir las virosis, así como para mejorar el control climático, ya que controlamos mejor los diferentes factores medioambientales dentro del invernadero como temperatura, humedad, dióxido de carbono, etcétera.

En una estructura moderna se puede hacer también una actividad más efectiva de control integrado, ya que los diversos insectos beneficiosos permanecen dentro del invernadero con gran número de poblaciones.

Otra ventaja añadida de este tipo de estructuras, es que con la misma estructura que se está utilizando en los invernaderos, se pueden realizar diversas naves para el almacenamiento de productos, naves para instalaciones de riego, oficinas, etcétera.

Las alturas medias de los invernaderos modernos son de 4 a 4.5 metros de altura bajo canal. Esto hace que las plantas tengan gran altura, obteniéndose una gran producción por metro cuadrado. El material de cubierta suele ser polietileno o policarbonato. La nivelación se suele hacer de 0.5 a 1 por ciento; este factor es muy importante para poder evacuar el agua del techo del invernadero.

El empleo de los invernaderos mulitúneles, se está extendiendo por su mayor capacidad para el control de los factores climáticos, su gran resistencia a fuertes vientos y su rapidez de instalación, al ser estructuras prefabricadas.

Actualmente, los problemas de construcción y adaptación a las zonas geográficas o climatológicas de invernaderos, se han solventado, ya que existen muchas empresas dedicadas a la construcción de estos tipos de invernaderos perfectamente adaptados a cada zona y mucho más baratos.

Los invernaderos que se están construyendo actualmente tienen una gran resistencia mediante 2 sistemas: el de contrapata con refuerzo lateral y el de cercha con refuerzo frontal. El viento, la lluvia y la misma carga del cultivo sobre la estructura, hacen que las estructuras sean cada vez más firmes y con mayor resistencia. Las resistencias de las estructuras se calculan por ordenador, por lo que los materiales son de acero con un recubrimiento de galvanizado. La fijación de las uniones se realiza con tornillos igualmente de acero.

El plástico del techo del invernadero, se divide cada 40 metros con piezas curvas para sectorizarlo con el fin de que en caso de rotura se tenga que cambiar todo el túnel.

En las bandas se está colocando tela plastificada, que llevan unas hebras de refuerzo, por lo que son también más resistentes que el plástico y tienen una gran durabilidad. Se están colocando también placas de policarbonato onduladas en las bandas, lo cual aumenta su refuerzo.

Las canalillas que se están diseñando, tienen una duración de más de 5 años, con el consiguiente ahorro para el agricultor, y recogen gran cantidad de agua.

En zonas muy húmedas la ventilación se realiza mediante ventanas cenitales abatibles. El sistema de transmisión y apertura se hace normalmente mediante ejes de tubo de acero, que actúan como barras de mando y cremalleras que accionan y soportan la ventana.

Las dobles puertas o antesalas del invernadero son otro factor muy importante en la modernización de las estructuras, ya que evitan la entrada de insectos y virus al invernadero, y facilitan la entrada a vehículos.

Actualmente se está elevando la altura de los cultivos, por lo que algunas empresas han diseñado un sistema especial de emparrillado en cadenas, que se pueden subir o bajar según la altura del cultivo, y tienen un mecanismo muy simple de manejo, mediante la utilización de una serie de tornillos.

Las ventajas del empleo de invernaderos son:

• Precocidad en los frutos.

• Aumento de calidad y rendimiento.

• Producción fuera de época.

• Ahorro de agua y fertilizantes.

• Mejora del control de insectos y enfermedades.

• Posibilidad de obtener más de un ciclo de cultivo al año.

Inconvenientes:

• Alta inversión inicial.

• Alto costo de operación.

• Requiere personal especializado, de experiencia práctica y conocimientos teóricos.

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