El agua, elemento vital en la existencia humana, ha significado para Nuevo León un reto de subsistencia, donde la sociedad ha padecido las complicaciones de un abasto limitado por las características semiáridas de su asiento geográfico.
Con una dinámica productiva en ascenso y una población creciente, el Estado de Nuevo León, dispone de escasos ríos, caudales intermitentes, lluvias irregulares y bajas precipitaciones.
El organismo operador Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, IPD tiene la responsabilidad de ofrecer agua potable de calidad, desalojo de aguas residuales y el tratamiento de éstas en Nuevo León. Creada en mayo de 1956, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, opera buscando brindar un servicio de calidad, atención inmediata a los usuarios y un manejo sustentable del recurso.
Satisfacer las demandas y necesidades del Estado ha implicado siempre un gran reto y para dar respuesta a esta problemática se han buscado soluciones que compensen las limitaciones naturales; el organismo ha incorporado a través de los años nuevas fuentes de abastecimiento, logrando eficientar la operación del sistema de agua potable, alcantarillado y saneamiento, ha implementado diversos mecanismos que le permiten mantener un equilibrio financiero, ha desarrollado nuevas tecnologías para el tratamiento de aguas y ha trabajado en forma conjunta con la población en acciones para el ahorro y uso eficiente del agua que forman ya parte de la cultura de los nuevoleoneses.
Esta empresa paraestatal, bajo la filosofía de ofrecer una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, tiene como retos:
Incrementar la eficiencia en la distribución, desalojo y tratamiento de las aguas a través de la sistematización de los procesos operativos.
Preveer estrategias de crecimiento y mejoramiento en materia hidráulica para garantizar un servicio integral para el Estado a mediano y largo plazo.
Simplificar trámites administrativos, mediante la modernización y capacitación de los servicios que el organismo brinda.
Dar respuesta al crecimiento y ritmo que reclama el desarrollo industrial. incrementando el abasto de agua tratada.
Mantener las campañas de manejo y aprovechamiento del agua por parte de la comunidad para continuar con los máximos niveles en materia de Cultura del Agua en Nuevo León.
El área metropolitana de Monterrey, representa más del 85% de los nuevoleoneses. Con más de 3.3 millones de habitantes la ciudad capital cuenta con el 99.10 por ciento de cobertura de distribución de agua potable mediante una red de más de 5,600 kilómetros, cuenta con el 97.2 por ciento de cobertura del desalojo de aguas residuales y el 100 por ciento del tratamiento de estas.
Monterrey se abastece con 10.5 metros cúbicos por segundo en promedio anual y un consumo doméstico promedio de 18.3 metros cúbicos por mes por hogar con una calidad de agua que cumple satisfactoriamente con las normatividades nacionales e internacionales.
La infraestructura hidráulica de suministro consiste en 10 fuentes de abastecimiento, 417 kilómetros de acueductos, dos plantas potabilizadoras, un anillo de transferencia de 55 kilómetros, que rodea el área de Monterrey, 55 tanques de almacenamiento y una red de más de 6 mil kilómetros y micromedición domiciliaria en más de un 99.5 por ciento.
A partir de 1997 se incrementó la estrategia para satisfacer la demanda de la ciudad a largo plazo con base en tres puntos: incremento en la eficiencia de conducción, mejoramiento de la calidad en el servicio y fomento de la cultura del agua.
Con resultados muy satisfactorios la estrategia ha dado como resultado que durante este periodo, con el incremento en 100,000 usuarios ( 400,000 habitantes), la explotación de las fuentes no ha sido incrementada significativamente.
El sistema de saneamiento en Monterrey se compone por más de 5,500 kilómetros de drenaje sanitario y de tres plantas de tratamiento de aguas residuales con una capacidad de 8,250 litros por segundo lo que garantiza el 100 por ciento del tratamiento de las aguas residuales generando efluentes de calidad que superan la normatividad vigente hasta en 5 veces .
Este sistema está integrado con el programa de control de descargas sanitarias el cual aplica las regulaciones y los servicios de control de calidad de aguas vertidas por la industria, medición de efluentes sanitarios con origen en aprovechamientos de agua no suministrada por Agua y Drenaje de Monterrey, el servicio de tratamiento a empresas de sanitarios portátiles y el monitoreo de la calidad de los caudales de arroyos y ríos.
En los últimos cuatro años este programa ha tenido un efecto positivo en la eficiencia económica de operación de las plantas de tratamiento mediante la implementación de tarifas de descontaminación, de desalojo y de servicios particulares.
En cuanto a los municipios no metropolitanos, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey otorga servicio a más de 130,000 usuarios a través del aprovechamiento de 462 fuentes de abastecimiento, alcanzando una cobertura del 81.2 por ciento.
El desalojo y tratamiento de aguas residuales alcanza el 84 por ciento, nivel que se ha obtenido en los últimos cuatro años al construir nueve lagunas de oxidación y nueve plantas de tratamiento de lodos activados, además de rehabilitarse 21 sistemas de lagunas de oxidación.
El proyecto para finales de 2003 es alcanzar una cobertura de 95 por ciento en agua potable, 57 por ciento en drenaje sanitario y establecer el tratamiento de aguas residuales en las localidades mayores a 2,500 habitantes, anticipándonos en 7 años a lo establecido por la normatividad vigente.
En la búsqueda del servicio integral, hemos aprovechado la infraestructura de aguas residuales para implantar un programa de reutilización del agua con aplicaciones industriales, de ornato y servicio. Es por eso que los sistemas de tratamiento de lodos activados construidos en los últimos cuatro años están diseñados para producir agua 15:15 ( 15 partes por millón de DBO y 15 partes por millón de SST).
El programa de reutílización del agua en Nuevo León es el caso más exitoso del País en la materia, pues en el 2001 el servicio contratado ascendió a 1,075 Ips. lo que ha generado sobre todo un desarrollo industrial y la «liberación» de agua potable que tenía que ser destinada al uso industrial. Uno de los fundamentos del éxito de este programa es el haber establecido tarifas decrecientes de acuerdo con el volumen consumido, oscilando los costos entre 4.95 pesos para consumos menores de 50 Ips. hasta 3.64 pesos para consumos mayores a 300 Ips.
Bajo el esquema de Desarrollo e Investigación, visualizamos la utilización de los subproductos que la Institución genera, llevando a cabo un programa de valoración científica de los lodos residuales para que sean utilizados como mejoradores de suelo. Hemos ya obtenido la certificación por parte de la Semarnat, Sagarpa y Secretaría de Salud para promoverlos comercialmente como mejoradores de suelo bajo el nombre de Nutriregio.
La innovación tecnológica es un aspecto que se requiere para la conclusión de los objetivos implantados, que sin duda serán determinantes para enfrentar con éxito los proyectos que realice Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey. Por otra parte, en el ámbito nacional, la Cultura del Agua en Nuevo León es sobresaliente, gracias a los continuos programas integrales de concientización.
Con la determinación de superar nuestros logros y teniendo presente día a día la responsabilidad social, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey mantiene fija la premisa de trabajar con calidad e incluir como parte de nuestras actividades el desarrollo sostenible de este recurso natural.
Lo anterior implica la transformación simultánea y armónica entre los gobiernos, las instituciones y la sociedad bajo los conceptos de economía, medio ambiente, tecnología y de calidad humana.
Los gobiernos deberán asumir su responsabilidad de manera objetiva, dejando a un lado el interés que a través de los años han manifestado por el dominio del vital líquido; las instituciones tendrán que apoyar el fortalecimiento de la Cultura del Agua y ser partícipes en el desarrollo ordenado de nuestro Estado; la sociedad deberá cumplir con las obligaciones que la Ley en esta materia establece, para poder estar en condiciones de exigir un servicio de calidad.
Estamos inmersos en un proceso que no tiene fin, que nos impulsa a mejorar nuestros programas de calidad, operación administración y uso eficiente del agua.
