Ciencia y tecnología

En Europa, construcción de viviendas con adobe

El conjunto residencial Salvatierra, un inmueble de 40 viviendas ubicado en la zona de urbanización concertada de Beauregard al noroeste de Rennes, en Bretaña, es un ejemplo de «construcción pasiva». Este calificativo supone un alto grado de conservación de la energía térmica y eléctrica. De hecho, el objetivo era asegurar que las necesidades anuales de calefacción no sobrepasaran 15 Kwh/m2/año, comparado con una media actual de 70 a 80 Kwh, y que la necesidad total de energía final para la calefacción, el agua caliente y los aparatos electrodomésticos no fuera superior a 42 Kwh/m2/año.

Esta operación se llevó a cabo también con materiales y técnicas innovadoras (adobe, cáñamo, madera), doble flujo con recuperación de energía (calefacción urbana suministrada por una planta de incineración, agua caliente solar) y conforme a un enfoque de alta calidad medioambiental.

En 1997, la Comisión Europea en su programa Thermie-Building convocó un concurso de propuestas en el marco de un proyecto titulado Cost Efficient Passive Houses as European Standards (Cepheus), cuyo objetivo era edificar construcciones pasivas en 5 países de la Unión Europea.

En cada proyecto, se dejó una vivienda de muestra abierta al público y las residencias se sometieron a mediciones para poder evaluarlas científicamente. Por iniciativa de la Villa de Rennes, la Coop de Construction, promotora-constructora local, se presentó a este concurso. El conjunto residencial Salvatierra, diseñado y realizado en este contexto, está ubicado dentro de una zona de urbanización concertada de 70 hectáreas, que a largo plazo tendrá más de 2,000 casas. El inmueble, de 60 metros de largo sobre 5 niveles, consta de 40 viviendas con una superficie media de 68 m2, que tienen de 2 a 6 cuartos en dúplex abuhardillado, garajes y aparcamientos en el sótano.

Adobe, cáñamo y madera

Los materiales destinados al exterior del edificio se escogieron tanto por sus buenas propiedades térmicas como por sus altas cualidades medioambientales.

Así, el aislamiento de la fachada sur se hizo con adobe, según una técnica regional tradicional. El adobe tiene la ventaja de ser un elemento prefabricado, moldeado, comprimido, lo cual permite mecanizar su producción en bloques y ampliar su utilización.

Jean Guilloret, artesano, quien fabricó los bloques destinados al conjunto residencial Salvatierra, los produce desde hace 15 años, puntualizó: «Esta técnica está experimentando un nuevo empuje en el contexto actual de respeto del medio ambiente, de ahorro de energía y de mejora de la calidad de vida. El adobe se fabrica a partir del limo arcilloso, cuya granulación es bastante fina y que se encuentra en la cuenca de Rennes, al que se añade una materia vegetal (paja) y un poco de cemento para consolidarlo. Se parece algo al adobe del sur de Francia (pisé) o al de Sudamérica (torchis). La fabricación se paralizó entre el 1 de octubre y el 1 de febrero debido a los riesgos de un grado de humedad demasiado alto o de hielo, lo cual no impide seguir colocando los bloques almacenados. Se ha de tener en cuenta que fuera de este periodo, el tiempo de secado ya es bastante largo. Los pedidos vienen de particulares, de edificios públicos, de casas solariegas.»

Las dimensiones de los bloques de adobe varían. Los bloques fabricados para el conjunto residencial edificio Salvatierra tienen 50 cm de grueso, 70 cm de alto y de 60 cm a un metro de largo. Se incorporaron unos soportes en los bloques en el momento de su fabricación para permitir que los manipule la grúa de la obra. Los bloques se colocan unos encima de otros.

Thierry Wagner, director de la Coop de Construction, decidió como constructor-promotor que se utilizara el adobe: «El adobe es a la vez, por su masa, un buen aislante acústico y, por su inercia, un buen aislante térmico tanto en invierno como en verano. El adobe se ha recubierto con cal floja, excepto en la parte superior no protegida por los balcones, que recibió un revestimiento de una sola capa. No obstante, las propiedades térmicas del adobe no eran suficientes para la fachada orientada al norte. Ésta, al igual que los 2 aguilones, se equiparon con tablillas y un armazón de madera formando un relleno de 15 cm. La lana de cáñamo es asimismo un producto natural, que presenta las mismas propiedades térmicas y acústicas que las lanas minerales.»

El cáñamo también se utilizó como subcapa aislante para la cubierta del tejado de chapa de cinc, el tejado-terraza y el piso bajo.

Los muros de paneles de vidrio consisten en un doble acristalado de baja emisividad (4/16/4) con una capa de argón. Los trabajos de carpintería fueron hechos todos con madera exótica. Cuentan con 2 escaleras en el exterior que comunican unos pasadizos no solidarios del edificio, para limitar las pérdidas de calor.

Ventilación mecánica

Para lograr los ambiciosos objetivos de 15 Kwh./m2/año de consumo para la calefacción y de 27 Kwh/m2 /año para los demás usos alimentados con electricidad, las viviendas están equipadas con ventilación de doble flujo con un recuperador de energía de alto rendimiento para el aire extraído (80 por ciento).

El aire entrante precalentado se distribuye a partir de bocas de soplado, provistas de silenciadores acústicos, situadas sobre un conducto para servicios colocado en una esquina de los cuartos principales.

El aire viciado se recoge en los cuartos de servicio (cocina, cuarto de baño, aseos) y se extrae a través de un conducto de servicios de mampostería puesto contra la parte cocina de la vivienda. La boca de extracción de la cocina está conectada directamente a este conducto y las bocas de extracción del cuarto de baño y de aseo están unidas a este conducto por una red horizontal que se encuentra en el falso techo de la entrada.

Los conductos de soplado y de extracción están conectados a 4 unidades de VMC, unidas a un recuperador estático de calor de alto rendimiento (eficacia prevista superior a 80 por ciento) y colocadas en áreas de servicio debajo del tejado.

Frédéric Frusta, director de la oficina de proyectos Oasiis, que asistió primero a los constructores-promotores y luego a los maestros de obras para esta operación innovadora, explicó que «el aire precalentado introducido puede también, en caso de necesidad, beneficiarse de un recalentamiento o complementario suministrado por una batería caliente alimentada por una red de calor. Ésta proviene de una planta de incineración con humos controlados conforme a la normativa europea. Este equipo mantiene una temperatura de base de 16ºC en el conjunto del inmueble, con una aportación de calor suplementaria asegurada por calentadores de convección eléctricos de baja potencia (500 vatios).

Hay un sistema de regulación central que diferencia 3 áreas; no se incorporaron reguladores individuales debido a problemas de costo».

Siguiendo con el objetivo de ahorrar energía, una cooperativa propuso a los nuevos ocupantes aparatos electrodomésticos de ahorro de energía; la mitad de ellos eligió instalarlos.

90 m2 de sensores solares

Con el mismo enfoque, Thierry Wagner especificó una producción de agua caliente solar. Se incorporaron en el tejado 90 m2 de paneles solares, o sea el equivalente a 2 m2 por vivienda. Con este equipamiento, se estimó que aproximadamente 45 por ciento de las necesidades anuales de agua caliente será asegurado gracias a los sensores solares. La instalación está compuesta por un circuito primario que alimenta los sensores con un caudal de unos 50 l/h.m2, un termocambiador de placas, un circuito secundario que alimenta 3 recipientes de almacenaje y un regulador diferencial. El agua caliente adicional está también asegurada por un termocambiador, conectado al sistema de calefacción urbano.

Además del ahorro de energía, se han tenido en cuenta los ahorros de agua. Las viviendas se han equipado con enjuagadores de inodoros de doble volumen (3-6 litros), con economizadores de agua en la grifería y con un contador de agua individual.

Como los constructores-promotores formaban una cooperativa de construcción, debían comercializar viviendas destinadas a personas con rentas medias o modestas. A pesar de los costos adicionales vinculados a su diseño innovador, este objetivo se logró gracias a las subvenciones de los distintos socios y al hecho de que el terreno fuera aportado por la ciudad de Rennes.

Thierry Wagner subraya que «además de este costo de inversión razonable, los ocupantes van a beneficiarse de gastos comunitarios extremadamente bajos. Se redactaron las instrucciones de uso de las viviendas y se remitieron a los compradores con el fin de que pudiesen optimizar más todavía sus consumos».

Doble flujo

Una instalación de ventilación mecánica de doble flujo incluye una o más centrales que se encargan de insuflar el aire fresco y extraer el aire viciado, para renovar el aire interior de los locales o de las viviendas.

Las entradas de aire en los cuartos o locales principales y las bocas de extracción en los cuartos o locales de servicio están conectadas por medio de conductos a la central que dispone de una toma de aire fresco del exterior.

Este diseño y este funcionamiento hacen posible recuperar, en invierno, las calorías transportadas por el aire viciado con el fin de precalentar el aire fresco.

La instalación incorpora por lo tanto un recuperador de calor, la mayoría de las veces un termocambiador de placas, en el que pasa el aire viciado extraído.

Este sistema permite a la vez filtrar y tratar el aire fresco y reducir los gastos de calentamiento comparado con un sistema de ventilación de flujo simple.

Adobe y cáñamo

El adobe está compuesto por una tierra de miga de naturaleza limosa-arcillosa mezclada con paja para mejorar la cohesión y la resistencia a la tracción. El tiempo de secado puede ser de 2 semanas. Los bloques de adobe se apilan unos sobre otros, sin ayuda de encofrado como para el adobe del sur de Francia (pisé) y forman muros de unos 50 centímetros de grosor. Por su naturaleza y su grosor, el adobe soporta fácilmente el frío, el viento y la humedad. Esta técnica respetuosa con el medio ambiente es asimismo económica.

El cáñamo crece con un mínimo de fertilizante y sin necesidad de riego o tratamientos. Produce arista, celulosa fibrosa, extraída de los tallos de cáñamo secado y es muy eficaz para el aislamiento del sonido y del calor. Gracias a un desfibrado mecánico, las fibras se separan de la arista, y luego se afinan y juntan. Estas fibras presentan una muy buena resistencia mecánica, así como cualidades térmicas y acústicas. La lana de fibras de cáñamo se comercializa en forma de rollos flexibles o de paneles semirrígidos y sirve para aislar las cubiertas y los armazones de tejados, los muros y los tabiques.

El conjunto residencial Salvatierra, un inmueble de 40 viviendas ubicado en la zona de urbanización concertada de Beauregard al noroeste de Rennes, en Bretaña, es un ejemplo de «construcción pasiva». Este calificativo supone un alto grado de conservación de la energía térmica y eléctrica. De hecho, el objetivo era asegurar que las necesidades anuales de calefacción no sobrepasaran 15 Kwh/m2/año, comparado con una media actual de 70 a 80 Kwh, y que la necesidad total de energía final para la calefacción, el agua caliente y los aparatos electrodomésticos no fuera superior a 42 Kwh/m2/año.

Esta operación se llevó a cabo también con materiales y técnicas innovadoras (adobe, cáñamo, madera), doble flujo con recuperación de energía (calefacción urbana suministrada por una planta de incineración, agua caliente solar) y conforme a un enfoque de alta calidad medioambiental.

En 1997, la Comisión Europea en su programa Thermie-Building convocó un concurso de propuestas en el marco de un proyecto titulado Cost Efficient Passive Houses as European Standards (Cepheus), cuyo objetivo era edificar construcciones pasivas en 5 países de la Unión Europea.

En cada proyecto, se dejó una vivienda de muestra abierta al público y las residencias se sometieron a mediciones para poder evaluarlas científicamente. Por iniciativa de la Villa de Rennes, la Coop de Construction, promotora-constructora local, se presentó a este concurso. El conjunto residencial Salvatierra, diseñado y realizado en este contexto, está ubicado dentro de una zona de urbanización concertada de 70 hectáreas, que a largo plazo tendrá más de 2,000 casas. El inmueble, de 60 metros de largo sobre 5 niveles, consta de 40 viviendas con una superficie media de 68 m2, que tienen de 2 a 6 cuartos en dúplex abuhardillado, garajes y aparcamientos en el sótano.

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