Ciencia y tecnología

Presentan avión ecológico

LONDRES.— Un equipo de investigadores del Reino Unido y Estados Unidos han presentado un nuevo y revolucionario diseño de avión que podría ser de gran utilidad para detener el tan temido cambio climático. Su nombre: SAX-40.

El aparato ha sido desarrollado por el Instituto Cambridge-MIT y se trata de una aeronave diferente al resto en lo que a forma se refiere. Según afirman los expertos, oficialmente presenta lo que se conoce como un “ala fusionada”. Tiene un fuselaje sin cola, con forma de cuña, y dos alas con forma de murciélago, según informó la BBC en su Web.

El equipo de la Iniciativa de Avión Silencioso (SAI, por sus siglas en inglés) ha tenido éxito al desarrollar un avión bastante más silencioso. También es crucial que el SAX-40 es 35 por ciento más eficiente en términos de combustible que cualquier aeronave actual. En lo que a ruido se refiere, los promotores afirman que se oye poco más que cualquier electrodoméstico cotidiano, lo que alegraría los días —y las noches— de todas aquellas personas que viven cerca de aeropuertos y aguantan los ruidos de los motores en todo momento. Eso sí, ocurrirá si finalmente las compañías se deciden a mejorar sus flotas con aviones como el SAX-40.

Sin embargo, aseguran los expertos, es una tarea muy difícil lograr más avances en el diseño básico del aparato, tal y como aseguró Ann Dowling, profesora de ingeniería mecánica de la universidad de Cambridge y líder del equipo británico de la SAI.

Para los fabricantes de aviones como Boeing o Airbus, cualquier cambio de diseño debe producir un rápido retorno de su inversión. Boeing está trabajando en el desarrollo de células de combustible para proveer energía a los sistemas eléctricos y de aire acondicionado.

En la actualidad, éstos dependen de las turbinas de los aviones y reducen su eficiencia. Bill Glover, director de desempeño medioambiental de aviones comerciales de Boeing, dice que usar células de combustible generaría ahorros significativos. “Con células de combustible podemos tomar el combustible tradicional, convertirlo en hidrógeno y producir electricidad eficientemente”, dice. “La otra emisión es sólo agua”.

Cambio futuro

Sin embargo, con la creciente preocupación generada últimamente en torno al problema del cambio climático, podríamos ver un cambio radical en el diseño de los aviones. Éste sería más probable si las aerolíneas tuvieran que pagar impuestos “verdes” por las emisiones de gases de invernadero de los aparatos.

Pero los cielos no van a llenarse de formas de aviones radicalmente diferentes en el futuro cercano. Será algo que, quizá, se vea dentro de muchos años. Aunque como asegura el equipo de expertos, esto es sólo el comienzo.

Las hipótesis más optimistas hablan de que en 2030 podría haber ya algún avión de este tipo surcando los aires.

Fuente: La Razón

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