Biodiversidad

Pese a los esfuerzos de los voluntarios sólo 10 animales se salvaron

A pesar de la intervención de decenas de voluntarios y especialistas, en la isla de Tasmania, en el sur de Australia, en el transcurso de 24 horas murieron más de 130 calderones comunes que habían quedado varados allí. Sólo una decena de los animales pudieron ser salvados, informaron hoy medios australianos.

Los calderones comunes (Globicephala melas), también conocidos como ballenas pilotos, aparecieron el martes en tres grupos en la bahía de Marion, de difícil acceso, a unos 60 kilómetros de la capital de Tasmania, Hobert, por razones que se desconocen.

La mayoría ya habían muerto cuando llegaron los voluntarios, dijo una portavoz de Parques Nacionales.

Hace siete años habían quedado varados en la bahía de Marion 200 calderones comunes, de los cuales perecieron la mitad.

Los expertos analizan desde hace tiempo cómo se produce este fenómeno. Basta con que un solo animal se pierda, explica la experta Ingrid Albion a la radio australiana ABC. Muchas veces lo siguen los demás y también quedan varados. «Utilizan un sistema sonar para orientarse y pueden confundirse cuando se acercan a costas arenosas», añadió Albion.

La marina australiana, en tanto, desmintió las presunciones del Partido Verde de que dos de sus barcos posiblemente confundieron a los animales con sus propios aparatos sonar. Los primeros animales ya estaban varados cuando los dos barcos se acercaron a la bahía, se informó.

La política Christine Milne, del Partido Verde, sostuvo, por el contrario, que es conocido que las frecuencias de estos aparatos perturban a las ballenas y a veces incluso las matan.

Fuente: DPA

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