Teorema Ambiental documentó esta posibilidad en entrevista con Francisco Javier Gómez, director del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar en la ciudad de La Paz, Baja California Sur
Teorema Ambiental/Redacción
En medio de la incontrolable pesca ilegal de totoaba en el Alto Golfo de California (se han asegurado más de mil vejigas natatorias de este pez en los últimos 15 días), surge una esperanza de supervivencia para la vaquita marina, que muere atrapada en las redes colocadas en su hábitat natural.
Se trata, tal vez, de la última oportunidad que tendrá la especie, de la que quedan menos de 30 ejemplares, ante la incapacidad del gobierno mexicano de frenar el tráfico de totoaba a China, y el intento fallido de capturar a las últimas vaquitas para llevarlas a un santuario temporal.
Teorema Ambiental documentó esta posibilidad en entrevista con Francisco Javier Gómez, director del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar en la ciudad de La Paz, Baja California Sur: http://www.teorema.com.mx/biodiversidad/especies/confirman-muerte-la-primera-vaquita-marina-del-ano/
Esta opción propuesta por el Proyecto VaquitaCPR (Conservación, Protección y Recuperación), que reunió a finales del año pasado a los 90 mejores científicos del mundo, especialistas en cetáceos, que tomaron muestras de tejido y sangre de los dos ejemplares que pudieron atrapar, pero que tuvieron que regresarlos al mar por mostrar signos de estrés, con la posterior muerte de una hembra adulta.
Lorenzo Rojas-Bracho, encargado de la expedición, reveló que, en el Frozen Zoo de San Diego, California, se almacenan materiales genéticos de animales y plantas en nitrógeno líquido a 96 grados bajo cero, se logró cultivar exitosamente los tejidos celulares de estas vaquitas para la secuenciación de su genoma completo, lo que abre la posibilidad de clonar en aproximadamente diez años, al mamífero marino en mayor peligro de desaparecer en el mundo.
“En el futuro puedes hacer ya clonaciones, por ejemplo, producción de embriones, pero no falta mucho; si ya lo hacen con animales de granja. Ahora necesitamos tener hembras y machos y por el momento solo tenemos hembras”, explicó.
El también investigador en jefe del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) detalló que otro descubrimiento sobresaliente es que en todos los ejemplares muertos que han logrado sacar del mar y las muestras de los vivos, arrojan ocho haplotipos diferentes, es decir que no se ha perdido la variabilidad genética de la especie.
Además, en el caso de los que perdieron la vida, las necropsias arrojaron que todos eran animales sanos físicamente y se alimentaron bien, de hecho, tenían comida en el organismo cuando cayeron en las redes.
“Entonces no hay nada que indique que la especie esté condenada a la extinción en estos momentos. Si la dejan de matar seguro se recupera”, subrayó.
