El ejemplar apareció flotando en el mar el pasado 27 de marzo, fue localizado por personal de la Secretaría de Marina
José Luis Martínez
Luego que la semana pasada, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) informó del hallazgo de la primera vaquita marina muerta en 2018, de acuerdo con un reporte del periódico Excélsior, sin que este dato fuera confirmado oficialmente por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), este martes Teorema Ambiental logró la confirmación del hecho.
De acuerdo con el ingeniero Francisco Javier Gómez, director del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, ubicado en La Paz, Baja California Sur, el ejemplar apareció flotando en el mar el pasado 27 de marzo, fue localizado por personal de la Secretaría de Marina en avanzado estado de descomposición y se procedió a su traslado para ser analizado y determinar las causas de su muerte.
“Es correcto, se colectó otra vaquita muerta y se le practicó una necropsia por parte del personal del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita, pero debemos aclarar que no constó que el cuerpo tuviera marcas de redes de pesca en el cuerpo, por lo que pudo tratarse de una muerte natural después de cumplir su ciclo de vida y si los resultados de esa necropsia todavía permiten decir cuáles fueron las causas de la muerte, lo vamos a saber dentro de muy poco.”
De acuerdo con el reporte de Excélsior: “la hembra, en edad adulta con peso de 40 kilogramos y una longitud de 140 centímetros y tras una supuesta necropsia, el cuerpo tenía marcas de redes por lo que habría muerto por asfixia”.
Un panorama complicado
El entrevistado forma parte del equipo de expertos que trabajan en la zona del Alto Golfo de California en el retiro de artes de pesca para detener la muerte por asfixia de estos organismos, de los cuales se estima que quedan menos de 30 en el mundo.
En su opinión, la supervivencia de la especie se encuentra en grave entredicho, aun cuando continúa la reproducción entre las vaquitas que quedan con vida:
“En el transcurso del mes de noviembre 2017 estuvimos por ahí (Alto Golfo de California), hicimos varias observaciones y hubo más de veintitantos avistamientos, no quiere decir que sean diferentes individuos, pero sí vimos a madres con crías por lo que hay posibilidades de que siga la reproducción.”
Pero advirtió: “lamentablemente no es muy alentador el panorama, hablando específicamente de la vaquita en el mediano plazo porque la variedad genética está en entredicho por quedar tan pocos especímenes vivos. Sin embargo, creo que vale la pena seguir haciendo ese otro esfuerzo de la limpieza de las artes de pesca en los mares y sentar como precedente la no contaminación de los mares porque perjudican muchísimo la biodiversidad de los mares”.
