Especies

Actividad humana aceleró desaparición de grandes mamíferos en el mundo

No solo fueron los eventos climáticos abruptos los que cambiaron las características de los diferentes ecosistemas de este subcontinente

Teorema Ambiental/Redacción

Los fósiles de una escena primitiva demuestran que el hombre prehistórico arrasó con los últimos grandes mamíferos que habitaban América después de la última glaciación. Esto fue lo que concluyó un estudio publicado en la revista Science Advances, realizado por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN) junto a investigadores estadounidenses.

Las evidencias han confirmado que los cambios climáticos abruptos y la depredación humana fueron los principales factores en la desaparición de los megamamíferos en el mundo, en el Pleistoceno.

En América, el proceso se inició en el deshielo, cuando el apetito humano se aceleró. Sin embargo, el clima jugó un rol también.

“En Sudamérica hay al menos 30 especies de megamamíferos extintas. Pero solo desaparecieron cinco o seis a causa de la cacería”, explicó el director de la investigación, Gustavo Politis, del área de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano (INCUAPA).

“La caza no es el único daño que podríamos haber hecho en el pasado. Los seres humanos también hicieron otras disrupciones en el ambiente como la introducción de nuevos parásitos o quemazones en los campos. Si el fuego produjo quemazón en poblaciones de animales con bajas tasas de reproducción, había un clima desfavorable y encima aparecieron seres humanos que los depredaron, los extinguieron”, concluye el investigador.

Las dataciones de este estudio, en el que también trabajó Emily Lindsey, investigadora del Museo Rancho La Brea de Los Ángeles, Estados Unidos, permiten saber que los seres humanos y los grandes mamíferos coexistieron durante unos mil 500 años y arrojan sospechas sobre otras investigaciones.

“Hay que re-datar otros hallazgos también. Ahora sospechamos de las dataciones de los otros sitios porque estaban hechos con métodos más convencionales”, advierte el investigador.

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