Una extensión de al menos 75 hectáreas de humedales y manglares de Manzanillo, Colima, está en peligro de desaparecer a causa de la ampliación del puerto de esta localidad, todo ello debido a una reciente modificación a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 022 de Protección de Humedales Costeros, que permite la destrucción de estos vitales ecosistemas a favor del desarrollo de proyectos económicos.
La destrucción de los manglares es necesaria para el desarrollo del proyecto “Puerto de Manzanillo, Programa Maestro de Desarrollo 2000-2010” que incluye la construcción de siete posiciones de atraque para barcos, ampliación de áreas para manejo de contenedores y patios para almacenar carga, así como la construcción de vialidades en el área.
De acuerdo con las organizaciones Bios Iguana, Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y Greenpeace, este mismo proyecto fue rechazado el año pasado por la Semarnat ya que la NOM-022 prohibía explícitamente dragar, talar y rellenar manglares y humedales, y establecía una franja de 100 metros para realizar actividades que los pudieran afectar.
Pero con la modificación de la norma en mayo pasado, la destrucción de los humedales costeros fue autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a cambio de que la Administración Portuaria Integral de Manzanillo entregue una compensación económica de 10 mi-llones de pesos, es decir, aproximadamente 10 pesos por cada metro cuadrado de humedales y manglares que serán destruidos.
La indemnización fue calificada como injusta por activistas de organizaciones opositoras al proyecto.
Pablo Uribe, director de litigio del Cemda, criticó la modificación de la NOM-022 ya que en ella no se establecieron criterios para determinar el monto de las compensaciones por destrucción de manglares. “Evidentemente, una compensación de 10 pesos por metro cuadrado es ridícula en comparación con los beneficios que nos proporciona este ecosistema”, explicó.
