Esta voracidad ha atentado contra las poblaciones de rinocerontes africanos y asiáticos, que están prácticamente extintos por su cacería despiadada, tan solo por su cuerno
Teorema ambiental/Redacción
Ciudad de México, 29 de abril de 2020.— De nueva cuenta la comunidad internacional ha criticado las costumbres de la cultura china de comer casi cualquier cosa que se mueva en la faz de la Tierra, lo mismo ha sucedido con la medicina tradicional, que utiliza como amuletos, remedios o afrodisiacos miles de órganos de animales exóticos. Estos hábitos han provocado una severa depredación, no solo de especies animales originarias de Asia, sino prácticamente de todo el mundo.
Por ejemplo, esta voracidad ha atentado contra las poblaciones de rinocerontes africanos y asiáticos, que están prácticamente extintos por su cacería despiadada, tan solo por su cuerno, lo mismo ocurre con diferentes especies de tigres y felinos. Incluso especies mexicanas sufren de este problema, como la totoaba, cuya pesca ilegal, ha puesto al borde de la extinción a la vaquita marina, lo mismo ha ocurrido con el pepino de mar.
Además, han sido criticadas fuertemente las maneras en las que los mercados chinos tienen a los animales silvestres a la venta. Esta falta de medidas sanitarias es la probable causa del contagio del COVID-19 a los humanos, ya que es un virus que originalmente portan los murciélagos y que fue transmitido al hombre por este contacto cercano y falto de medidas de sanidad en el manejo de animales para consumo humano.
Para mitigar esta situación, el gobierno chino prohibió, a partir del mes de febrero, el comercio de carne de animales silvestres y exóticos en todo el país, ya que el brote surgió en el mercado de la ciudad de Wuhan. Sin embargo, aún se permite la venta de estas especies en accesorios, ropa y medicina, por lo que de manera indirecta, continúa la venta de la carne de estos animales.
Sin embargo, parece que la población ha tomado mayor conciencia y ha decidido optar por evitar consumir carne de animales silvestres. Una encuesta señaló que el 97 por ciento de la población, en un universo de 101 mil personas, afirmó oponerse a esta práctica.
Estas son cinco especies exóticas que todavía se comen en China:
Pangolín
Este animal es ampliamente consumido por sus supuestas propiedades en la medicina tradicional. Sin embargo, está casi extinto en China y es considerado el animal más traficado del mundo. Sus escamas supuestamente son un buen remedio para problemas de fertilidad. Sin embargo, ha sido señalado como portador de un virus relacionado con el COVID-19.
Perros
Esta práctica se realiza en las provincias del sur y noreste del país como Guangxi, Guizhou y Cantón y áreas del noreste. De hecho es tristemente famoso el sacrificio masivo de perros durante el festival de Yulin, donde la carne de este animal es el platillo principal.
Sin embargo, muchos de esos perros son mascotas robadas y en ocasiones mueren envenenados o bien son perros de la calle que portaban enfermedades o no fueron vacunados.
El mapache japonés
También conocido como perro mapache o tanuki, es depredado principalmente en la industria de pieles y por su carne, a un volumen tan impresionante como 50 millones de animales criados y sacrificados, solo en 2018.
Osos
Las patas de oso son un platillo tradicional en la cocina china y rusa, y son consideradas como un manjar, mientras que su bilis es utilizada en la medida tradicional. Sin embargo, los osos que se destinan a consumo son criados en jaulaspequeñas y se les extrae la bilis mediante un tubo de metal que les provoca dolor e infecciones.
Murciélagos
Estos mamíferos son vendidos en mercados de animales salvajes en varias partes de Asia, incluyendo el de Wuhan, pero al ser acusados como los transmisores del coronavirus al humano han sido matados masivamente, sin tomar en cuenta que son de los polinizadores más importantes que hay en el mundo.
