Energía

Energías alternas mejoran el ambiente

Las industrias del carbón, el petróleo y el gas natural queman su producción casi en su totalidad y transfieren el carbón a la atmósfera en forma de bióxido.
Adriana Estrada Pedraza

En el caso de México, las consecuencias en los ecosistemas, la producción de alimentos, la salud humana, la infraestructura y la seguridad de los asentamientos humanos son preocupantes.

En el foro Energía y Medio Ambiente que se llevó a cabo en la sede alterna del Palacio Legislativo, se hizo una reflexión sobre el tema ambiental y el uso de energías alternas.

Diferentes especialistas estuvieron presentes para exponer los efectos negativos en la humanidad y la perturbación en el clima por el uso de combustibles fósiles.

Jorge Villarreal Padilla, de la fundación Heinrich Boll América Latina, habló sobre la ley de bioenergéticos, resaltó el mal enfoque que tiene al impulsar el desarrollo de la agroindustria y no en la diversificación energética y promoción de la bioenergía como una de las formas de las energías renovables.

“Se debe seguir un monitoreo y seguimiento a los proyectos de bioenergía para ver si realmente promueven la bioenergía, la biomasa y no solamente promueven los proyectos de etanol a partir de maíz”, resalto Villarreal Padilla.

Las plantaciones energéticas se encuentran principalmente en el sureste y un poco en el norte del país donde hay una densidad más amplia de los bioenergéticos, comentó Javier Aguillón Martínez, del Instituto de Ingeniería de la UNAM.

Señaló que utilizar diferentes tecnologías: estufas de leña, gasificadores, producción de etanol, caña de azúcar, sería tener un panorama de crecimiento en el país y llegar a 2030 con una producción promedio de 17 por ciento de consumo de estos energéticos.

Por su parte, Rodolfo Lacy Tamayo, del Centro Mario Molina, señaló las consecuencias en el ambiente por la contaminación.

“México es demasiado vulnerable al problema del cambio climático; se avecinan fuertes fenómenos naturales provocados por una mala planeación del uso de tecnología ambiental”, manifestó Lacy Tamayo.

Tania Mijares Guzmán, directora del Programa Aire y Energía del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, expuso los daños a la salud por la mala calidad del aire.

“Las partículas suspendidas en el aire son demasiado pequeñas, nuestro cuerpo no tiene las barreras y las defensas necesarias para evadirlas, así que éstas van directo a los pulmones y corazón provocando enfermedades”, advirtió.

Agregó que tan sólo en la zona metropolitana mueren cuatro mil personas por la contaminación, que es una de las causas principales que aumentan la posibilidad de fallecimiento por alguna enfermedad cardiovascular, pulmonar o cáncer.

Fuente: Teorema Ambiental

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