Contaminación

“Destruir el medio ambiente en España sale gratis”

Los grupos ecologistas denuncian la falta de responsabilidades ambientales por contaminación del mar en el caso de Prestige

Las principales organizaciones ecologistas españolas expresaron su “vergüenza” y decepción ante la sentencia del caso Prestige que demuestra, una vez más, que, “en España, destruir el medio ambiente sale gratis”.

Los portavoces de Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción, Oceana y Amigos de la Tierra han denunciado que los verdaderos responsables del desastre ambiental que ocasionó el petrolero no han sido juzgados y que la decisión judicial “abre la puerta a otro Prestige”.

La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia de A Coruña no incorpora ninguna sanción por daños ecológicos y exime de responsabilidad a la administración y a los tres acusados “por indefinición de las causas de lo acontecido”.

Según la responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Raquel Montón, la justicia “estaba atada de pies y manos” para condenar a los verdaderos culpables, porque “la legislación no permite inculpar a las petroleras ni a políticos que toman decisiones equivocadas”.

“La única forma de evitar otra catástrofe de esta magnitud es que no haya más petróleo circulando por nuestros mares”, afirmó Montón, porque el derecho español “se ha demostrado incapaz de juzgar delitos medioambientales a gran escala”.

El coordinador de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, denunció que la sentencia se haya demorado 11 años e indicó que tras la misma “la justicia no puede verse como una esperanza ni como una solución”.

Oberhuber calificó de “inmoral” que la sentencia apunte que la decisión de alejar el barco de las costas fuera “discutible, pero parcialmente eficaz”. “Esta decisión, errónea, fue la que realmente convirtió un accidente en una catástrofe y extendió la contaminación por el norte de España y el sur de Francia”, aseguró Oberhuber.

El responsable del programa marino de WWF, José Luis García Varas, lamentó que esta sentencia, que considera “muy decepcionante”, no ayudará a que en el futuro haya más seguridad marítima.

“Se ha hecho evidente el desgobierno total existente en los mares”, explicó, y agregó que “lo que allí ocurre no es responsabilidad de nadie, ni de políticos ni de empresas”.

García recordó el caso de Erika, el petrolero hundido frente a las costas de la Bretaña francesa que derramó diez mil toneladas de gasolina, que sí sentó precedentes en la legislación y promovió los paquetes de medidas Erika I y II, para aumentar la seguridad del transporte marítimo de productos petrolíferos.

Esta sentencia muestra que “el entramado empresarial detrás del transporte marítimo” permite diluir responsabilidades, por lo que, al final, “contaminar sale gratis”, lamentó.

Por otra parte, García Varas considera “preocupante” que 11 años después del accidente, Europa no haya avanzado nada en temas de seguridad como “los puertos refugio” para emergencias marítimas ante estas catástrofes.

La portavoz de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, declaró que se ha demostrado “la falta de responsabilidades ambientales por contaminación por hidrocarburos”.

Spendeler señaló que los convenios internacionales, como la Directiva Europea de Responsabilidad Ambiental, “son claramente insuficientes” y los responsables “no pagan en absoluto por los daños que causan”.

Para el director de investigación y proyectos de Oceana, Ricardo Aguilar, esta sentencia “castiga otra vez a los afectados y a todos los ciudadanos”, que correrán con los gastos de las imprudencias y los delitos de otros.

La absolución de los tres acusados es “una sentencia muy cómoda”, opinó. “La legislación en medio ambiente es muy floja y está llena de agujeros”, por lo que las empresas “pueden hacer lo que quieran y acaban librándose” y al final “se pasa la gorra y pagamos todos”, concluyó.

Con información de agencias

Teorema Ambiental

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO