dióxido de cloro
Ciencia y tecnología

Ciencia comprueba que el dióxido de cloro es tóxico

Es una sustancia sumamente reactiva, muy buena para acabar con virus, bacterias, protozoarios, o cualquier tipo de agente patógeno, pero también ataca las células de cualquier organismo vivo

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 21 de agosto de 2020.— El dióxido de cloro es utilizado en la industria textil y papelera para blanquear productos, pero para su uso existen normas muy estrictas con respecto a la cantidad de dióxido de cloro que se puede utilizar en el medio ambiente, máximo tres miligramos por metro cúbico de dióxido de cloro.

Carlos Antonio Rius Alonso, académico de la Facultad de Química de la UNAM, explicó que desde su descubrimiento en 1811, el dióxido de cloro ha comprobado en varias ocasiones que es un compuesto químico muy tóxico para los organismos vivos. Su estructura química se determinó en 1933 y se descubrió que posee un radical libre estable, por lo que se catalogó como una sustancia extraordinariamente reactiva.

El experto señala que se consideró como remedio contra el covid-19 porque es una sustancia muy buena para acabar con virus, bacterias, protozoarios, o cualquier tipo de agente patógeno, pero por sus mismas propiedades también ataca las células de cualquier organismo vivo.

Cuando se crea un medicamento, se busca que solamente acabe con el agente patógeno sin afectar al organismo, y para eso se realizan diversos estudios, y así se conoce su efectividad. Posteriormente se realizan estudios con ratones, cuyos y monos en busca de efectos secundarios. Este químico, en dosis muy pequeñas, no mostró toxicidad, pero al aumentar la dosis a 100 miligramos por litro, todos los animales murieron envenenados.

En el caso de los monos, se detectó que afecta la tiroides y destruye la hemoglobina (proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno).

Algunas personas han dicho que se sienten bien tras aplicarse dióxido de cloro en la sangre. Esto se debe a que al principio aumenta el nivel de oxígeno debido a que se forman radicales libres, después surge el oxígeno molecular, pero este es muy diferente al oxígeno que respiramos.

“Lo que pasa es que los oxímetros miden la absorción a dos frecuencias a 660 nm y 940 nm, el aparato hace una comparación entre las dos absorciones, y mediante un cálculo saca el porcentaje de oxígeno. El problema es que al ser oxidante el dióxido de cloro genera la oxidación de Fe+2 a Fe+3, no puede transportar oxígeno pero la metahemoglobina formada absorbe fuertemente en la región de 940”, explica el científico.

Y agrega: “Si tomamos dióxido de cloro aparentemente subimos la oxigenación porque el oxímetro va a marcar 100 por ciento pero en realidad tenemos un decrecimiento en el oxígeno disponible. Y el incremento que observamos es debido a las características de medición del oxímetro, que está midiendo en forma indirecta la cantidad de oxígeno.”

Indicó que esto es igual que cuando se tiene un ataque de pánico: la persona respira profunda y rápidamente, y se paraliza. El ataque de pánico puede ser por un problema cardiaco y uno se angustia, respira muy rápidamente y se paraliza. En estos casos, los médicos recomiendan tomar una bolsa de papel e inhalar varias veces dentro de esta, para obtener el dióxido de carbono y bajar los altos niveles de oxígeno.

A este proceso se le llama hiperventilación, cuando hay un exceso el oxígeno en el cuerpo y se genera una serie de reacciones bioquímicas no deseables. En el caso del dióxido de cloro esto es totalmente contrario, estamos reduciendo la cantidad de oxígeno en la sangre, pero el aparato nos mide más por la formación de la metahemoglobina que no puede transportar oxígeno.

“Hay que tener cuidado con algunos datos que circulan por ahí y que son erróneos. Uno debe diferenciar entre las características bactericidas que tiene este compuesto químico y el uso en el cuerpo humano”, agregó.

El investigador dijo que usar de forma constante el dióxido de cloro, afecta tanto la oxigenación del cuerpo como la función de la tiroides, que regularmente no muestra síntomas hasta que se realizan exámenes. Mientras que sus reacciones nunca generan el oxígeno adicional. Es una sustancia que nos oxida diferentes partes de nuestro organismo y se generan, cloratos, cloritos, hipoclorito y cloruros, pero nunca oxígeno.

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