Cambio climático

Presentan modelo en pro de la seguridad hídrica del agua México

El modelo ha permitido realizar en el último año más de 150 acciones relacionadas con el acceso y la disponibilidad del agua, en 28 comunidades de 8 estados del sureste mexicano

Ciudad de México, 9 de diciembre de 2021.— Durante el evento virtual “Gestión de Agua y Género” convocado por Grupo Rotoplas y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, se presentó el Modelo de fortalecimiento de la seguridad hídrica y gobernanza del agua con perspectiva de género que actualmente es implementado en comunidades rurales del sur-sureste de México, para mejorar el acceso a agua limpia y segura.

El evento fue presidido por Miguel Ángel Mendoza, director de Capital Humano de Grupo Rotoplas, y contó con la participación de Irene Cauich, coordinadora operativa del proyecto Reducción del impacto económico del covid-19 y fomento a la recuperación temprana resiliente en comunidades de México; Monserrat Tzuc, especialista en seguridad hídrica del proyecto, así como más de 100 personas colaboradoras de la empresa de sus oficinas en América Latina.

Se estima que más de ocho millones de personas en poblaciones indígenas o rurales en América Latina tienen problemas para acceder al agua potable en su vivienda. En particular, los territorios de los pueblos indígenas presentan las mayores privaciones en el acceso de este recurso natural, vulnerando su derecho humano al agua y saneamiento. Esto tiene una carga adicional de trabajo no remunerado para mujeres y niñas indígenas y las expone a un mayor riesgo de contagio por covid-19.

La seguridad hídrica es la capacidad de una población para salvaguardar el acceso al agua en cantidades adecuadas y con la calidad apropiada para sostener la salud de la gente y de los ecosistemas, así como para asegurar la protección eficaz de vidas y bienes por desastres hídricos.

En 2021, el PNUD y Rotoplas, SA de CV, unieron esfuerzos para contribuir a reducir la brecha de acceso a agua limpia y segura de las comunidades más vulnerables de México. Lo anterior, al impulsar más de 200 acciones relacionadas con la disponibilidad del agua, en las que se incluyen la instalación de 63 sistemas de captación de agua de lluvia con capacidad de diez mil litros cada uno, en los estados de Campeche, Tabasco y Chiapas, con equipo donado por la empresa.

Al presentar el modelo de acompañamiento, Irene Cauich y Monserrat Tzuc expusieron los pasos para la identificación, diseño, capacitación, instalación y seguimiento de las obras; así como acciones de mejoramiento de la seguridad hídrica mediante la gestión comunitaria del agua con perspectiva de género.

El modelo tiene una visión sistémica que consiste en un ciclo de cinco etapas:

  1. Evaluación y diagnóstico de necesidades
  2. Diseño y validación de propuesta técnica de solución
  3. Supervisión técnica y seguimiento comunitario
  4. Transferencia tecnológica y acuerdos comunitarios para la sostenibilidad
  5. Entrega-recepción con las comunidades

Además de agradecer la participación del PNUD durante el evento, Miguel Mendoza comentó que este modelo aporta un verdadero seguimiento hacia los proyectos implementados en las comunidades, lo que ayudará a que el beneficio sea continuo a largo plazo, al mismo tiempo de concientizar a los colaboradores del impacto que tiene el trabajo realizado día a día bajo una perspectiva de género.

Sobre este último tema el directivo mencionó: “Este año se actualizó la Política de Diversidad e Inclusión dentro de la compañía y se está trabajando en metas particulares en términos de género para 2025, que, aunque sabemos tenemos un gran reto y mucho por hacer, estamos seguros de que vamos avanzando hacia el camino correcto en favor de llevar más y mejor agua.”

El enfoque de género del modelo de acompañamiento permite aumentar la seguridad hídrica y la gobernanza comunitaria del agua, con cuatro acciones estratégicas:

1) Instalación de sistemas de captación de agua de lluvia en los ámbitos comunitario, doméstico y para uso productivo;

2) Fortalecimiento de los sistemas locales de agua potable, mediante la mejora y reparación de redes de distribución y almacenamiento;

3) Acciones orientadas a la mejora de la calidad del agua mediante biofiltros y purificadores, y por último,

4) La realización de soluciones basadas en la naturaleza que permiten la protección y restauración de fuentes naturales de agua y áreas de recarga.

Crédito y fotografías: PNUD y Rotoplas

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