- La recuperación de paisajes en el país se ha vuelto fundamental, debido a los beneficios ambientales, sociales y culturales que brinda
Teorema Ambiental/Redacción
Conservación Internacional, organización líder mundial en la defensa y protección del medioambiente y que lleva 30 años de trabajo en México, se encuentra trabajando en 2.6 millones de hectáreas emblemáticas, de las cuales restaurará 392 817 hectáreas durante 2024, principalmente en las zonas de Oaxaca y Chiapas.
En el marco del proyecto “Restauración de Paisajes Sostenibles”, implementado desde 2022 y que en este momento se ejecuta en la Sierra Madre y Sur de Chiapas, destinará más de 25 millones de dólares para continuar fortaleciendo la conservación de la biodiversidad. Además, se busca promover prácticas sostenibles de uso del suelo, mejorando simultáneamente las condiciones sociales y económicas de las comunidades locales.
Leticia Gutiérrez Lorandi, vicepresidenta de Conservación Internacional para México, afirmó: “Nuestros proyectos se basan en una sólida base científica, implementando acciones que aseguren el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de la restauración, con un enfoque de salvaguardas sociales y ambientales.”
Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), los costos totales por agotamiento y degradación ambiental en México alcanzaron el 4.1 por ciento del producto interno bruto (PIB) tan solo en 2022, equivalente a 1.2 billones de pesos. Este impacto económico destaca la urgencia de iniciativas de conservación como la propuesta por Conservación Internacional, no solo para preservar el medioambiente y la naturaleza, sino también para salvaguardar la estabilidad socioeconómica del país.
Conservación Internacional reafirma su compromiso con el medioambiente, uniendo ciencia, políticas públicas y la colaboración con empresas y gobierno. La organización impulsa sociedades responsables y sostenibles en armonía con la naturaleza, destacando la importancia de la participación multisectorial para enfrentar los desafíos ambientales globales.
Fotografía: Semarnat