Transporte

Una mala planeación de movilidad

Las deficiencias en la planeación urbana y la debilidad del sistema de transporte han detonado afectaciones en los ámbitos ambiental, social y económico

cdmx-movilidadCiudad de México.— La movilidad no sustentable genera un alto porcentaje de contaminación que es producida por los vehículos automotores que utilizan múltiples combustibles fósiles como la gasolina, diésel, gas y aceites, entre otros carburantes. La combustión de estos hidrocarburos despide considerables concentraciones de gases que provocan el incremento de la temperatura en la Tierra.

Las deficiencias en la planeación urbana y la debilidad del sistema de transporte han detonado afectaciones en los ámbitos ambiental, social y económico. A pesar de que diversas ciudades latinoamericanas establecieron extensos sistemas públicos de movilidad, han tenido pobres resultados en cuanto a uno de los desafíos más importantes: hacer que las personas se desprendan del uso irracional del automóvil. En este sentido es necesario reemplazar una cultura arraigada en la dependencia del transporte individual, indica el Índice de Ciudades Verdes de América Latina, proyecto de investigación independiente realizado por la Economist Intelligence Unit y patrocinado por Siemens.

Desde los años sesenta hasta los ochenta del siglo pasado, es decir, en tan solo 20 años, la ciudad de México se convirtió en la tercera aglomeración urbana más grande del mundo y constituye aproximadamente una quinta parte del área total de las metrópolis. En 1992 la Organización de las Naciones Unidas anunció que esta ciudad tenía el aire más contaminado de todo el planeta. Las acciones tomadas en respuesta a esta situación se enfocaron a estrategias de aire limpio como iniciativas para la reducción de emisiones industriales y de automóviles.

Actualmente, aunque la ciudad dejó de ser la más contaminada, continúa enfrentando diferentes problemáticas con una población de aproximadamente ocho millones de habitantes. A lo que se suma el incremento de automóviles y su ubicación entre montañas circundantes que propician alteraciones atmosféricas y favorecen que el esmog quede atrapado en la ciudad.

Asimismo, el encarecimiento del transporte público ha incentivado el uso de coches, mientras el aumento en los vehículos registrados pasó de 106 millones en 1990 a 339 millones en 2010, con una tasa de crecimiento de 5.3 por ciento anual, indica el Índice de Ciudades Verdes de América Latina.

De acuerdo con las cifras del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), nuestro país pierde anualmente 14 mil vidas por contaminación atmosférica y 24 mil por accidentes de tránsito.

Así es como el crecimiento de las ciudades en México ha contribuido a la formación de 59 áreas metropolitanas y la expansión sin precedentes de la superficie urbana. Se estima que el área de las ciudades mayores a 50 mil habitantes se ha incrementado seis veces de 1980 a 2010.

Programas en pro de la sustentabilidad como el de Ecobici, que promueve la movilidad no motorizada, han traído beneficios innegables y representan un gran paso para mejorar las condiciones sociales y ambientales de nuestra ciudad, sin embargo aún falta mucho por hacer, incluida la modificación de nuestros hábitos de consumo.

En muchas ciudades del mundo como en México la planificación del transporte se ha centrado en mejorar las condiciones para los automóviles privados, con una consideración casi nula de espacios para peatones y ciclistas, a pesar de que la mayoría de la población depende de la bicicleta, el caminar y otras formas de transporte.

Ante diversas afectaciones económicas, ambientales, en tiempo y deterioro en la calidad de vida que enfrentan los habitantes de la ciudad, un plan estratégico debe priorizar a las personas y la seguridad vial, por medio de extensiones al sistema de transporte masivo, incorporación de tecnología, uso racional del vehículo privado, ampliación de ciclovías y promoción del uso de transportes no motorizados que aporten sustentabilidad.

Fuente: Teorema Ambiental, imagen

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO