La conectividad en la red del transporte es fundamental para reducir la necesidad del uso de vehículos particulares
Ciudad de México.— La gran mayoría de las calles tienen cada vez más demanda en cuanto a circulación se refiere, por tanto, si se privilegia el uso del automóvil, no hay plan urbano que logre evitar los embotellamientos. La movilidad sustentable requiere de acciones como la creación de ciclovías, el cobro de peaje para automóviles en ciertas zonas, la peatonalización total de calles, sobre todo en los centros de las ciudades y el transporte eléctrico, la ampliación de la red del metro y todos aquellos servicios de transporte público.
La conectividad en la red del transporte es fundamental para reducir la necesidad del uso de vehículos particulares. Se necesita rediseñar el sistema operativo de las ciudades en relación con su tránsito, su polución y su ruido para disminuir la complejidad de los movimientos urbanos y mejorar la calidad de los servicios.
La movilidad es la base de cada ciudad y los gobiernos tienen la tarea de modificar los patrones de tránsito en función de agilizar el transporte. Una Smart City facilita las condiciones para que la gente pueda trasladarse ágilmente, es decir, un modelo de transporte donde se generen las ciudades policéntricas, núcleos que contengan todo tipo de servicios y empleos para que las personas no tengan que desplazarse grandes distancias en ir a trabajar y regresar a sus casas. “Tienen que invitar a caminar y tener un buen transporte público.”
Urge más inversión en el transporte público de manera que pueda satisfacer eficazmente la demanda de viajes que se requiere todos los días, eso implica la coordinación interinstitucional con los estados aledaños a la ciudad y de esta manera generar sistemas de transporte interconectados, señaló Gabriela Niño.
El transporte tiene que ser accesible, seguro y eficiente; se requiere un cambio estructural en la organización de las rutas, lo que incluye calles seguras, cruces seguros, semáforos para peatones y bicicletas, agregó la especialista.
Tendríamos que pensar de manera constructiva en cómo invertir en vialidades; en el centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) consideramos que es correcto el pago de los segundos pisos, siempre y cuando estos recursos se puedan invertir en infraestructura que beneficie al transporte público.
Fuente: SCT / Teorema Ambiental
