Transporte

Falta de mantenimiento, posible causa del accidente en el Metro

Los trenes involucrados en el choque tienen una antigüedad de 36 años y alrededor de 60 % de la flota que circula en la Línea 1 ya concluyó su periodo de vida útil

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 13 de marzo de 2020.— Los primeros peritajes para determinar las causas del choque de dos trenes del Metro, en la estación Tacubaya de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC Metro) la noche del martes, que dejó un saldo de un pasajero muerto y 41 lesionados, arrojaron que el tren accidentado, con matrícula 484, es un modelo NB-83B construido en 1983 por Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril, SA y presumiblemente falló por obsolescencia y se trata de un modelo demasiado antiguo, que incluso ya concluyó su periodo de vida útil.

En conferencia de prensa este miércoles, la directora del Sistema, Florencia Serranía Soto, dijo que en 15 días se conocerán los resultados finales de lo que calificó como un “accidente fortuito”, para lo cual entregaron las cajas negras de los convoyes siniestrados a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) y se espera el peritaje internacional, para el cual se contrató a la empresa alemana TÜV Rheinland.

Dicha empresa, además, acompañará a los responsables del organismo en la ejecución de los procedimientos de actuación en caso de incidentes.

La funcionaria capitalina agregó que en las cajas negras “quedan registrados todos los sensores sobre velocidades, instrumentos, control y otros registros para conocer, segundo a segundo, qué fue lo que ocurrió”.

Dijo que no se especulará sobre las causas del choque, aunque señaló que pudo haber ocurrido porque en ese tramo existe una pendiente de 7 grados de inclinación, entre las estaciones Tacubaya y Observatorio lo cual provocó fallas en el sistema de frenado en el tren que se impactó y que se encontraba en la terminal Observatorio, realizando maniobras para estacionarse.

“Dicho tren tuvo un deslizamiento en reversa, pese a que los convoyes tienen un sistema de seguridad que los bloquea cuando hay un problema”, explicó. El choque ocurrió 20 minutos antes del cierre del servicio, por lo cual, la funcionaria capitalina aseguró que fue una “afectación menor para los usuarios”.

Mientras tanto, permanecen cerradas cuatro estaciones de la Línea 1, de Observatorio a Chapultepec, para retirar los trenes accidentados, en espera de restablecer el servicio lo antes posible.

La funcionaria se negó a responder preguntas en torno al mantenimiento realizado a los trenes involucrados en el accidente, así como las condiciones laborales de los conductores, pues señaló que esta información es parte relevante de la indagatoria realizada por la FGJ para deslindar responsabilidades.

Trenes viejos y con poco mantenimiento

De acuerdo con la directora del Metro, los trenes involucrados en el choque tienen una antigüedad de 36 años, por lo que “no cuentan con un sistema que permite que la fuerza de la colisión sea absorbida por las cabinas y otros elementos de seguridad que tienen otros más modernos” y agregó: “Estos mecanismos hubieran impedido que un tren se montara sobre otro, por eso este accidente se ve aparatoso”.

Un diagnóstico elaborado en 2014 por el STC Metro señala que 33 de los 49 trenes que atienden la Línea 1 del Metro tienen entre 36 y 50 años de uso, por lo que son “obsoletos y poco fiables”. El parque vehicular actualizado al 27 de marzo de 2019, señala que estos 49 trenes pertenecen a cuatro modelos distintos, todos de rodadura neumática:

  • 4 MP-68R96C, con 50 años de operación;
  • 5 NM-83A y 24 NM-83B, ambos con 36 años de funcionamiento, y
  • 16 NE-92, con 27 años de uso.

Este análisis forma parte del Libro Blanco que forma parte del Fideicomiso Maestro del Sistema de Transporte Colectivo (Fimetro, oficialmente constituido el 14 de octubre de 2014) y publicado a finales de la administración anterior. El análisis señala que esta obsolescencia ha provocado falta de fiabilidad y disponibilidad de los trenes, así como mayores tiempos de traslado de los usuarios, por lo que la actual administración proyecta la adquisición de 45 unidades nuevas.

Otro tema relacionado es el uso de tecnología mediante la cual opera la red en la Línea 1, lo cual tampoco permite aumentar el número de trenes que circulan en esta ruta que va de Observatorio a Pantitlán, ni la frecuencia con la que pasan por las estaciones, ya que requieren de un sistema de pilotaje automático de última generación que evita accidentes.

Finalmente, argumentó otros problemas en el funcionamiento de los trenes como: alto nivel de averías con tendencia creciente; altos costos de mantenimiento correctivo; bajo nivel de fiabilidad y disponibilidad de trenes; obsolescencia en los principales sistemas tales como tracción-frenado, pilotaje automático generación de aire e información embarcada y paros frecuentes por fallas en diversos sistemas de los trenes en las estaciones e interestaciones.

En cuanto a la incidencia de averías en los trenes, el reporte señala una tendencia al alza con dos mil 581 fallas en 2010, tres mil 399 en 2013 y cinco mil 292 fallas en 2017, de acuerdo con el Plan Maestro del Metro 2018-2030.

Por su parte, la Dirección de Mantenimiento de Material Rodante del Sistema de Transporte Colectivo señala que la vida útil de los trenes es de 30 años, por lo que 33 de los 49 trenes que operan actualmente en la Línea 1 ya deberían estar fuera de circulación.

Los choferes

El secretario general del Sindicato del Metro, Fernando Espino Arévalo, informó que los conductores involucrados se encuentran en buenas condiciones de salud, en espera de rendir su declaración, pero descartó que haya sido ocasionado por un error humano.

“Puedo asegurar que no se trató de un error del conductor; platiqué con él, me dio su versión y lo que sucedió es que el tren se quedó sin control de mando y dejó de obedecer al conductor, quien estaba haciendo una maniobra porque era el penúltimo tren que daba servicio en esta línea en Observatorio”, indicó.

“Al estar maniobrando el tren se queda sin energía eléctrica, es decir, los motores se apagan, esto provoca que se quede sin frenos y comienza a desplazarse rumbo a la estación Tacubaya donde estaba otro tren, el último estacionado. También se quedó sin comunicación con el pulso central de control y la cabina.”

Posteriormente, agregó: “afortunadamente, mi compañera reguladora le avisa al conductor del tren que estaba estacionado en Tacubaya que avisara a la gente para que saliera y con esto afortunadamente se logró que hubiesen sido 41 lesionados leves y un solo deceso”.

También destacó que el conductor del tren que falló hizo todas las maniobras posibles “de acuerdo a lo especificado en nuestros reglamentos internos y desafortunadamente el tren no respondió”.

Sin embargo, se negó a abundar sobre las posibles causas de la falla técnica que habría provocado el accidente.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO