Transporte

Ecobici a la vanguardia

El sistema enfrenta un importante reto para su consolidación

ecobici-vangMéxico, D.F.— Ecobici cumple cinco años, su implementación representó un interesante desafío urbano para la movilidad sustentable de la ciudad de México, una de las megalópolis más grandes del mundo. Es el primer sistema operando en el continente americano, adonde incluso Nueva York llegó después con dos años de diferencia.

En diciembre de 2012 ya se contaba con 275 cicloestaciones y tres mil 700 bicicletas que hoy dan servicio a 150 mil usuarios que han realizado más de 21 millones de viajes en esta infraestructura. Para este quinto aniversario la actual administración expande Ecobici hacia la delegación Benito Juárez, creciendo un 60 por ciento con 171 cicloestaciones y dos mil 600 bicicletas adicionales, llegando con esta ampliación a seis mil 500 bicicletas, 25 mil viajes al día y 200 mil usuarios.

La ampliación es una excelente noticia, y si se continúa al ritmo anterior Ecobici deberá cerrar la actual administración con ocho mil 700 bicicletas. Sin embargo, el sistema enfrenta un importante reto para su consolidación: las bicicletas de las primeras fases exigirán un mayor mantenimiento y reposición, y la demanda financiera será una carga cada vez más pesada para poder sostener óptimamente un sistema robusto.

Los ciclistas empiezan a invadir masivamente banquetas y camellones de uso exclusivo para peatones, y en ocasiones conducen en sentido contrario, por lo que la cultura para el correcto uso de la vía se vuelve un factor crucial ante la masificación del sistema; en un periodo de dos meses (el 14 de noviembre de 2014 y el 17 de enero de este año) Ecobici tuvo dos desafortunadas víctimas mortales, ambas por atropellamiento de camiones, lo que convierte la seguridad vial en una alta prioridad.

Para enfrentar esta problemática será necesario analizar el cambio en los sentidos de circulación de algunas calles, e incluso pensar en convertir algunas de ellas en vías exclusivas para el tránsito local y para bicicletas; establecer controles de velocidad y mayor presencia policial en cruceros de alto riesgo; hacer una buena señalización y semaforización ciclista; fortalecer la infraestructura construyendo más ciclovías confinadas; y sobre todo desplegar una amplia campaña de comunicación y educación que todos los usuarios de la vía se familiaricen con la nueva dinámica.

El programa en su etapa modelo ha terminado y la ciudad debe prepararse ya no para continuar una idea innovadora, sino para una revolución en la movilidad. El uso masivo de bicicletas y otras formas de transporte no motorizado requieren la transformación estructural del espacio público y del uso de las vialidades, del pleno cumplimiento de las reglas por parte tanto de automovilistas como de ciclistas, así como del ofrecimiento de otras opciones de transporte público eficientes y seguras con las cuales conectar los viajes en bicicleta.

Fuente: Teorema Ambiental

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO