Entre las modificaciones introducidas a dicha ley destaca una que permite que el conductor envuelto en un accidente de tráfico sea sometido a todas las pruebas necesarias para comprobar si consumió alcohol o sustancias psicoactivas, como pruebas clínicas o videos.
Hasta ahora, los usuarios se podían negar a realizar la prueba del alcoholímetro, que castiga a aquellos conductores con más de 6 decigramos de alcohol por litro de sangre, por lo que los policías tienen ahora más opciones para demostrar que un conductor está embriagado.
La Policía, según las nuevas reglas, podrá retirar el carné de conducir y la documentación del automotor, así como llevarse el vehículo a un depósito del Departamento de Tráfico.
Las multas por la conducción bajo efecto del alcohol pasarán de 957,65 reales (460 dólares) a 1.915,30 (más de 920 dólares) y, si el conductor reincide en el plazo de 12 meses, el valor llegará al doble y el responsable perderá el carné durante un año.
La «Ley Seca», aprobada en 2008, ha reducido significativamente el número de accidentes de tráfico y de víctimas de los siniestros, según estadísticas del Ministerio de Salud.
Fuente: Mas por Mas