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Páncreas bioartificial, otra alternativa para controlar la diabetes

El dispositivo contiene tejido pulmonar de cerdo y células secretoras de insulina, la hormona que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 7 de octubre de 2019.— Científicos en Israel diseñaron un páncreas bioartificial, el cual contiene células vivas y puede medir el nivel de azúcar que hay en el torrente sanguíneo. Así regula la secreción de insulina y permite a las personas con diabetes liberarse del padecimiento.

Este invento fue creado por la empresa Betalin Therapeutics y sería implantado en el paciente y conectado a varios vasos sanguíneos, mediante un proceso ambulatorio para sustituir al páncreas enfermo, incapaz de seguir produciendo la hormona.

“El páncreas diabético ha perdido la función de secretar insulina y se la devolvemos. El paciente nunca debería tener que inyectarse insulina en su cuerpo”, explicó el director de la compañía, Nikolai Kunicher.

Este órgano artificial está compuesto de tejido pulmonar de cerdo y células secretoras de insulina, por lo que de manera “natural” podría producir la hormona al interior del paciente enfermo.

Hasta ahora el proyecto ha sido probado en ensayos con animales. Sin embargo, se espera que el próximo año se realicen pruebas clínicas en humanos, pero aún necesita recaudar cinco millones de dólares.

La empresa fue fundada hace cuatro años, luego de una década de investigación, por lo que este sería su proyecto insignia. Esta tecnología representa la siguiente fase del Protocolo de Edmonton, por medio del cual los médicos ya instalan islotes pancreáticos en los pacientes.

“Los médicos suspenden los islotes de un donante y los implantan en un paciente. Esto puede curar a los pacientes por algunos años pero es un procedimiento complicado y tiene muchas desventajas, como que el tejido muere más rápidamente”, señaló el líder de la investigación, Avi Treves.

Mientras que la microestructura artificial del páncreas permite que las células funcionen mejor y por más tiempo. Actualmente el invento se prueba en Alemania, Inglaterra, EEUU, China e Italia, y podría tener un precio de 50 mil dólares por paciente.

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